La peatonalización, hasta ahora un ensayo en Utrera, será definitiva. Después de que se haya llevado a cabo de forma provisional durante meses, e incluso años en algún punto, varios espacios del centro de la ciudad quedarán restringidos al tráfico gracias a la instalación de los primeros bolardos.
Éstos serán los primeros que lleguen a esta ciudad del Bajo Guadalquivir, que supera ya los 50.000 habitantes, para eliminar la antiestética imagen que ofrecían las vallas que, hasta ahora, impedían el tránsito de los vehículos por diversas calles.
Concretamente, los lugares que verán sobresalir estos elementos de sus adoquines son la plaza del Altozano, el corazón de la ciudad, y la calle Clemente de la Cuadra, de manera que impedirán la entrada de vehículos.
De este modo, según explicó ayer el concejal de Cultura, Francisco Serrano, uno de ellos estará ubicado al comienzo de la citada plaza, junto al quiosco de prensa y la confitería Diego Vázquez. Otros tres se localizarán en la esquina de la explanada con las calles Las Mujeres y Álvarez Hazañas, al lado del estanco. Estos cuatro postes suponen una inversión de 23.000 euros, a sufragar entre las concejalías de Obras y Cultura. El concejal del PA mostró ayer su confianza en que estén listos antes de esta Semana Santa.
Mientras, los dos bolardos restantes estarán situados en la calle Clemente de la Cuadra, para restringir el acceso de los vehículos a este enclave, quedando reservado solamente a los propietarios de una plaza de garaje con entrada por dicha vía, que será completamente peatonal tras ejecutar el proyecto contemplado en el Fondo Estatal de Inversión Local (FEIL) para su total reurbanización. En este sentido, el coste de los pivotes está integrado en los 369.732 euros de presupuesto para la obra en su conjunto. De hecho, los bolardos se podrán ver una vez hayan finalizado los trabajos en su totalidad y la calle luzca como nueva. Se aprovechará así su remodelación para estrenarla completamente peatonal, dentro del proyecto del Ayuntamiento de Utrera para mejorar la movilidad en la ciudad.
Funcionamiento. Estos elementos sobresaldrán del suelo, permitiendo el paso de los vehículos tras su activación o no a través de unos mandos a distancia, que darán acceso a los usuarios con sus automóviles en momentos concretos y con unos horarios establecidos previamente.
Se trata del primer plan de este tipo que se pone en marcha en este municipio, y que "se irá ampliando el número de bolardos conforme aumenten las calles peatonales en la ciudad", según apuntaron fuentes municipales.
Con ello, el equipo de gobierno (PA) pretende ir poniendo en marcha su compromiso de mejorar la calidad de vida de la ciudad, tanto con la creación de las primeras calles peatonales de la ciudad como con la construcción de aparcamientos subterráneos que permitan a los vecinos dejar sus vehículos cerca del centro a la hora de hacer sus compras o gestiones o simplemente pasear. En este sentido, hay que recordar que el primer aparcamiento subterráneo previsto, el de María Auxiliadora, está pendiente todavía de un concurso público tras un problema con su adjudicataria.
