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Los bomberos sólo tardaron cuatro minutos en llegar al siniestro de Écija

La dura reacción de algunos vecinos de Las Moreras contra la actuación los bomberos en el incendio, aduciendo que tardaron mucho en llegar, se hace del todo incomprensible, según la cronología de los hechos facilitada por el teléfono de emergencias 112 y por el Ayuntamiento de Écija.

el 15 sep 2009 / 03:32 h.

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M. J. G. / M. R.

La dura reacción de algunos vecinos de Las Moreras contra la actuación los bomberos en el incendio, aduciendo que el servicio de prevención y extinción de incendios tardó mucho en llegar, se hace del todo incomprensible, según la cronología de los hechos facilitada por el teléfono de emergencias 112 y por el Ayuntamiento de Écija.

Los datos oficiales señalan que la primera llamada al teléfono de emergencias alertando del incendio se recibió a las 7.36 horas. Inmediatamente, se procedió a avisar a la Policía Local y a los bomberos de Écija y al 061, que recibieron la voz de alarma a las 7.38. Desde ese momento y hasta que los bomberos llegaron al lugar del suceso transcurrieron otros dos minutos más, puesto que arribaron al número 24 de la calle Haya a las 7.40.

Igualmente, según el 112, en su teléfono de emergencias sólo se registró una llamada de un particular. Junto a ella hubo otros dos avisos más, uno a la Policía Local de Écija y otro a los bomberos de la ciudad que, según su informe, se recibió a las 7.31 horas y cuatro minutos después ya se estaba en el lugar del siniestro. Este desfase de minutos, según explicaron a este diario, se puede deber a que el reloj de los bomberos podía estar adelantado con respecto al del 112, aunque en lo fundamental, el tiempo en el que se tardó en reaccionar, es el mismo: cuatro minutos entre recibir el primer aviso y en llegar a la vivienda.

Otra cuestión que suscitó polémica entre los ciudadanos son los medios empleados por los bomberos. Según el informe del cuerpo, nada más recibir el aviso se desplazaron al lugar de los hechos tres bomberos y un cabo (la dotación completa de guardia en Écija), con una bomba urbana ligera (BUL), dotada de todo el equipo de primera intervención y 2.000 litros de agua. Poco después, una vez controlado el incendio, pero para evitar que se propagase, se envió un vehículo bomba nodriza pesado con 8.000 litros de agua.

Según el parte del servicio, cuando los primeros efectivos llegaron a la calle Haya se encontraron con la puerta de la vivienda parcialmente abierta, "siendo éste el único acceso". El el resto de las ventanas y puertas "estaban blindadas con rejas". El panorama que se encontraron los bomberos fue desolador: la vivienda estaba llena de humo y llamas. "Pese a ello dos efectivos -prosigue el informe oficial- accedieron al interior para rebajar la carga de fuego en la planta baja e intentar acceder a la superior, mientras otro bombero intentaba extinguir las llamas desde el exterior".

Posteriormente, acudieron en apoyo de los primeros efectivos otros tres compañeros para colaborar en las labores de ventilación, refrigeración y extinción de los pequeños focos que quedaban en la vivienda.

Los bomberos concluyen que se hizo lo correcto y que todo hace suponer que el incendio llevaba bastante tiempo iniciado. Del mismo modo, señalan que había dificultades tanto para acceder como para escapar de la vivienda, que por su reducido tamaño también favoreció la rápida evolución del incendio.

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