Desde la pasada medianoche el paro de los transportistas, que se suma al ya iniciado por una parte de la flota pesquera ante el precio desorbitado del gasóil, se ha extendido a toda España. Para evitar efectos en el suministro, el Gobierno movió ficha el domingo y dijo que tiene preparado un plan de medidas "potentes".
Las posibles consecuencias de desabastecimiento de mercancías ante una convocatoria de paro indefinido en el sector del transporte por carretera se harán palpables en cuestión de días si no se plantea una solución en breve.
Por lo pronto, el Gobierno intentó calmar los ánimos al anunciar ayer que el Ministerio de Fomento tiene preparado un paquete cerrado de medidas "potentes" con el que esperaba poder frenar el paro convocado por la patronal Fenadismer, que representa el 18% del sector. Pero más que acercar posturas, sirvió para mostrar la brecha que separa a las partes.
El director general de Transportes por Carretera, Juan Miguel Sánchez, adelantó entre estas medidas, una reforma de determinadas normativas mercantiles, que permita a los transportistas elaborar cláusulas en los contratos para poder efectuar revisiones cuando se den circunstancias adversas, como la actual subida del precio del gasóleo.
Reconoció que la primera medida que necesitan los transportistas es que sus precios se acomoden a la situación real del gasóil, por lo que apoyarán que éstos puedan trasladar libremente el incremento de sus costes a los precios de sus contratos en cualquier momento.
Al respecto, explicó que el incremento del 30% del precio del gasóleo repercute en los costes de los transportistas un 10%, porcentaje que podría acabar pesando sobre el bolsillo de los consumidores. No obstante, descartó que este "acomodo" pueda suponer un repunte de la inflación y dijo que la repercusión será "mínima".
El Ministerio de Fomento también destinará 55 millones de euros para ofrecer ayudas a los autónomos de edad avanzada que quieran voluntariamente abandonar su actividad. Además, propondrá líneas de créditos para facilitar inversiones en la renovación o mejor adecuación de la flota, así como ayudas de carácter fiscal, de justicia, de tráfico e incluso de eficiencia energética.
Sánchez confió en que, con estas medidas, tanto la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer), como los transportistas autónomos que han protagonizado paros "por su cuenta" y que no están en los cauces oficiales de negociación, "recapaciten" y opten por la vía negociadora.
Así, no descartó una posible desconvocatoria del paro y destacó que ha habido contactos durante el fin de semana para tratar de evitarlo. Sánchez confió en que, si finalmente se lleva a cabo, podría finalizar una vez que se conozcan las medidas.
Sin embargo, el presidente de Fenadismer, Julio Villaescusa, negó a Efe que haya habido contactos con el Gobierno este fin de semana y se preguntó cuáles son las razones para que el director general haya hablado de una posible desconvocatoria del paro de la pasada medianoche.
El presidente de Fenadismer calificó de obviedades las propuestas anunciadas, al tiempo que dijo echar en falta la principal medida solicitada por el sector, que es el establecimiento de un precio mínimo que les permita cubrir los gastos de explotación. Tampoco son nuevas, añadió Villaescusa, las ayudas a los profesionales que dejan la actividad, ni las líneas de crédito a las la renovación de la flota.
Apostilló que en estas condiciones es difícil que se pueda afrontar una renovación. Villaescusa dijo que no es "coherente" cómo han presentado este hipotético paquete de medidas, anunciado para mediados de la próxima semana, cuando el paro comenzó la pasada medianoche y, más, al estar previsto que hoy representantes de los ministerios de Fomento, Economía y Trabajo se reúnan con el sector para seguir estudiando sus reivindicaciones.
Y, en medio, los consumidores. El desabastecimiento de productos perecederos y combustibles en las gasolineras son las cuestiones que más preocupan.
