Si el lunes las colas se produjeron en los surtidores de gasolinas, éstas se trasladaron a la ronda de circunvalación SE-30. Los problemas de tráfico que los transportistas generaron por todo el mapa nacional llegaron a Sevilla en el segundo día de paro del sector. El balance, retenciones de hasta 8 kilómetros y un ambiente de menor histerismo.
El tráfico fue ayer el principal afectado en Sevilla por el paro indefinido que mantiene el sector del transporte en carretera ante los precios del gasóleo. Una caravana formada por decenas de cabezas tractoras iniciaron a primera hora de la mañana una protesta que recorrió la SE-30 dejando a su paso numerosas retenciones. Entre las nueve y las once de la mañana se sufrió lo peor, hasta 8 kilómetros de congestión en sentido Huelva, apuntaron fuentes del Centro de Control de Tráfico, ya que la caravana circuló "muy lentamente" ocupando dos carriles de la circunvalación.
El segundo día de paro se saldó con varios enfrentamientos entre los manifestantes que, con los ánimos caldeados aseguraron que llegarán "hasta el final" para reivindicr sus derechos, y la Guardia Civil.
Durante la madrugada, se produjeron varias incidencias a consecuencia de la actuación de piquetes informativos, como el sabotaje a algún vehículo que transportaba carburante. De hecho, y ante la fuerte demanda de gasolinas en los últimos días, Policía Nacional y Guardia Civil tuvieron que escoltar a un convoy procedente de CLH (distribuidor de carburante) desde la planta de Tablada y a lo largo de su itinerario para suministrar combustible.
Así lo indicó el presidente de la Asociación Andaluza de Estaciones de Servicio, Roberto Sáenz, quien destacó la "normalidad" como tónica general en las estaciones de servicio tras la avalancha del fin de semana y el pasado lunes. "Las cisternas para suministro están saliendo, aunque a menor ritmo, lo que significa que no habrá problemas de abastecimiento, aunque se haga de forma más lento" que en una situación normal.
Constató que en algunas gasolineras se agotaron las reservas de gasóleo A, aunque el mejorado, de precio más elevado, estaba disponible. Algo similar ocurrió con la de 95 y 98 octanos, "es normal porque la gente echa la que es más barata", precisó. Durante la jornada de ayer, las estaciones de servicio presentaban un aspecto habitual, alejado de la estampa de interminables colas del lunes.
De vuelta al paro de los transportistas, la madrugada transcurrió con "relativa" tranquilidad en Mercasevilla, donde a eso de las tres de la mañana un piquete de unas 30 personas bloquearon el control de entrada y salida a los minoristas, a los que informaron de la huelga. Según Juan Carlos Recio, director de Estructuras de Mercado, hubo clientes que decidieron dar media vuelta, aunque la mayoría pudo realizar sus compras sin mayores contratiempos.
Se notó "una menor afluencia de clientes respecto a otras semanas", precisó el gerente de la Asociación de Mayoristas de Frutas, Verduras y Hortalizas, Manuel Castillo, quien insistió en que los precios no están aumentando por el momento. "El precio depende de la cantidad de producto, de la hora a la que se haga el sondeo... la influencia por la huelga no va a ser notable", dijo, Otra cosa será si el paro se prolonga más de lo esperado.
Para el pescado es otro cantar. El poco producto fresco que se pudo comprar ayer en el Merca apenas se dejó ver en los puestos de mercados como el de Triana, donde no faltará el congelado. de ése, todo lo que se quiera. Y como hay poco género, se paga más caro. La ley de la oferta y la demanda. La ausencia de clientes en los puestos de pescado hablaba ayer por sí misma. "La gente sabe que no hay pescado y para comprarlo congelado, no se desplazan hasta el mercado".