Los carteles consagran la preeminencia de las principales figuras del escalafón como mejor antídoto para luchar contra la crisis que también asola al mundo del toro.
El guión ya era sabido. Había habido ocasiones de sobra para “hacer la autopsia” a los carteles y el acto convocado por la empresa Pagés en la plaza de toros se desarrolló con inusitada rapidez, con un turno de preguntas testimonial en el que era estéril volver a trillar lo que ya era conocido desde hacía varios días: la empresa ha apostado fuerte esta vez, buscando la competencia en la primera fila del toreo.
Así lo certificaba Eduardo Canorea, que sin ocultar su satisfacción por la combinaciones presentadas señaló que “las figuras se ven las caras repetidamente”. El empresario ironizó al señalar que “sólo confirmamos que éstos son los mismos carteles que han venido publicando y nos vemos aquí presentando lo que ustedes ya se han autopresentado”. En ese sentido, Canorea recordó la figura de su padre, don Diodoro, “que siempre se guardaba alguna sorpresa para el final, pero no es nuestro caso”.
Y con este planteamiento sobre la mesa, las figuras han sabido recoger el guante apuntándose cuatro tardes Morante de la Puebla, El Cid, Daniel Luque, José María Manzanares y Miguel Ángel Perera para constituirse en la base del abono. Precisamente, el regreso de este último a Sevilla tras los desacuerdos del pasado año es una de las novedades de este ciclo que sólo cojea en la trastienda, en las combinaciones del segundo circuito con algunos nombres que sobran, otros que no están bien colocados y algunos, muy pocos, que se han quedado fuera de unos casilleros en los que había pocos huecos.
En cualquier caso, es sólo una mota de polvo dentro del brillo rutilante de un abono en el que, un año más, sólo falta José Tomás.
Muy de pasada, Canorea aludió a esta ausencia remitiendo al comunicado que emitió en su día la empresa Pagés: se daban por rotas las negociaciones con el diestro de Galapagar por la insalvable diferencia entre la oferta de la empresa y las pretensiones económicas del torero.Dentro del aspecto económico, tomó la palabra Ramón Valencia para recordar que la plaza de la Maestranza abriría sus puertas el próximo Domingo de Resurrección con una reducción de 2.000 localidades en su aforo después de haberse concluido la remodelación del graderío de Sol y las gradas pares de Sombra. Valencia se refirió a esa vieja aspiración de la Maestranza de ampliar el aforo ganando filas a los tendidos a costa de reducir el inmenso ruedo del coso. “Pensamos que en el futuro esas 11.000 localidades deben convertise en algunas más”, señaló el empresario, abundando en una línea marcada por el teniente de hermano mayor de la Maestranza, Alfonso Guajardo-Fajardo, que ya dijo que, después de culminar la remodelación de las gradas, “hay que seguir hacia abajo”. Los diestros Manuel Jesús 'El Cid', José Antonio Morante 'Morante de la Puebla', José María Manzanares, Miguel Ángel Perera y Daniel Luque, con cuatro tardes cada uno, son la base del abono de la temporada de 2010 en la Maestranza de Sevilla.
La Maestranza abrirá sus puertas con su abono reducido a 11.000 localidades después de la culminación de las obras de reforma de las gradas de Sol y Sombra.
