Los chiringuitos andaluces se quedan en su sitio, que es la arena de playa. El Gobierno central garantizó ayer la legalidad de estos locales, cedió la responsabilidad de los mismos a la Junta, y dijo que en los casos en los que no sea posible desplazarlos del litoral a otra zona más interior, se quedarán donde están ahora.
El secretario general del Mar del Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino, Juan Carlos Martín Fragueiro, se reunió ayer con la asociación de propietarios de chiringuitos y con responsables de la Junta de Andalucía. Entre todos han elaborado un estudio "caso a caso" del estado de estos establecimientos con el fin de regularizar su situación y hacerla compatible con la normativa medioambiental.
Hace un mes, el mismo ministerio abrió la caja de los truenos al plantear dudas acerca de la continuidad de estos locales, porque alteraban el medio ambiente. La semana pasada, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, iniciaron la negociación del traspaso de competencias de los chiringuitos al Gobierno regional.
La comisión de seguimiento de la situación de los chiringuitos de comidas y bebidas en la playa, constituida ayer, empezará a funcionar después del verano. El nuevo órgano pretende buscar "las fórmulas que puedan dar la máxima seguridad jurídica a los establecimientos y su desarrollo futuro", añadió. En "muchos casos" se ha llegado ya a un acuerdo con diversos chiringuitos de las cinco provincias costeras de Andalucía. Respecto a los expedientes sancionadores impuestos a algunos chiringuitos, Fragueiro indicó que se van a analizar todos los recursos planteados contra este tipo de procedimientos abiertos y que no se adoptarán medidas disciplinarias.
El secretario de Estado de Cooperación Territorial, Gaspar Zarrías, explicó ayer desde Málaga que el traspaso de competencias se decidirá en una futura comisión bilateral entre el Gobierno y la Junta. Zarrías prevé que el traspaso se consumará en los primeros meses de 2010. Las funciones que se traspasarán serán de características similares al procedimiento que se ha seguido en Cataluña y que se referirán a la gestión y autorizaciones en materia de playas y todas aquellas que actualmente tiene la administración del Estado en relación de las concesiones de las instalaciones. El traspaso de competencias está sustentado en los artículos 56 y 58 del Estatuto de Autonomía de Andalucía.
El Partido Socialista en Madrid votó hace unos meses en contra de paralizar los derribos de los chiringuitos ilegales de renovar la concesión de los mismas. En el mismo sentido votaron en el Congreso el Partido Popular e Izquierda Unida. La cuestión de los chiringuitos abrió una confrontación entre Estado y Junta que pareció resolverse tras la primera reunión formal entre Zapatero y Griñán.
El presidente de la Junta insistió ayer en que "los chiringuitos de playa, los que han invertido dinero para estar bien montados, forman parte de nuestra cultura andaluza", por eso era "lógico" que las competencias las gestionara directamente la Junta y se hiciera lo posible para mantenerlos próximos al litoral.
Zarrías también aprovechó ayer para criticar a los que "han intentado montar un circo donde no había leones ni tigres y mucho menos payasos", en referencia al Partido Popular, y los acusó de "crear una incertidumbre que no viene bien a nadie y más en esta situación de crisis". Por ello, pidió "responsabilidad" ante el "intento de arañar votos" y rechazó las "estrategias que sólo buscan crear distorsión".
