El sector del automóvil cree de forma unánime que el aumento del IVA será trasladado a los precios de los coches, aunque habrá excepciones, con empresas y concesionarios que asumirán ese incremento a costa de su rentabilidad.
Ésta es la opinión generalizada de las organizaciones patronales del sector, que, también de forma general, considera que la subida del IVA en julio generará en el sector y en el mercado "una situación explosiva".
En los concesionarios, según las fuentes consultadas, recaerá una gran parte de la decisión de absorber o no los dos puntos de incremento del impuesto, dependiendo de cada "pulmón" financiero y del margen de rentabilidad.
Antonio Romero Haupold, presidente de la Federación de Concesionarios, asegura que "históricamente siempre se ha repercutido en el precio y ahora es imposible no hacerlo, a no ser que los fabricantes nos reduzcan los precios de los coches".
Tras recordar que los concesionarios constituyen una actividad estrangulada financieramente, Romero declaró a Efe que "la aplicación del IVA a los precios de los coches será inmediata y el efecto va a ser fulminante".
El presidente de Faconauto consideró que la subida del impuesto "generará en el sector y en el mercado una situación explosiva".
"El Gobierno está haciendo de aprendiz de brujo y con la coincidencia de no prorrogar el Plan 2000E y subir el IVA está provocando la tormenta perfecta", concluyó Romero Haupold.
Germán López Madrid, presidente de Aniacam, advierte de que "si en el Gobierno piensan que se pueden bajar los márgenes, se equivocan. Se aplicará la subida del IVA porque ya no hay márgenes, aun asumiendo el riesgo de una fuerte caída del mercado en el segundo semestre".
"Es cuestión de supervivencia y ya el reto no es vender más, sino vender mejor. Hay que intentar cerrar el ejercicio con una rentabilidad aceptable y sostenible, pues los márgenes comerciales no dan para más", afirmó.
"Dudo mucho que haya marcas que no repercutan, a no ser que quieran suicidarse", terminó López Madrid en este punto, tras recordar que en 1995 se subió el IVA "y no contribuyó al aumento de la recaudación. Al contrario, hubo menos recaudación, cayó el consumo y se elevó el fraude". "Es lo que va a pasar ahora", vaticinó.
Para Juan Antonio Sánchez Torres, presidente de la Asociación de vendedores, la repercusión del incremento "va a depender de cada empresa".
En su opinión, "aquéllas, aun con penuria de ventas, pero todavía con músculo financiero, harán lo que sea por mantenerse, pero con penurias económicas será imposible hacerlo".
"No puede haber una solución global, porque cada concesionario va a mirar hacia adentro y tendrá que analizar su propia coyuntura", agregó.
El aumento del IVA es una "malísima noticia" para el presidente de Ganvam, quien ve que inevitablemente se "va a elevar el precio de los vehículos, de media unos 400 euros, aunque en modelos de segmentos superiores puede llegar hasta los 1.300".
"Esta medida va a provocar un mercado en el segundo semestre tan malo como los de la primera mitad del año 2009", pronosticó.