F. V. / A. V.
El día después del colapso de tráfico en la corona del Aljarafe y sus accesos ha puesto de manifiesto, una vez más, la necesidad de nuevas infraestructuras en la zona. La dirección de Ikea y los ayuntamientos de Tomares y Castilleja de la Cuesta piden que se dé "prioridad". La pelota está ahora en el tejado del Ministerio de Fomento.
Un cúmulo de circunstancias provocó el atasco más grande de los últimos meses, si no años, en los accesos a Sevilla. Fiestas en las provincias limítrofes, obras, y la ocurrencia de miles de personas de acercarse a la tienda de Ikea en Castilleja de la Cuesta, y de paso a Airesur, colapsaron la A-49, parte de la SE-30 y los cascos urbanos de Castilleja de la Cuesta y Tomares.
Ayer, ayuntamientos y empresas no se culpaban de los hechos pero sí insistían en buscar una solución lo antes posible para que no se volviera a repetir. La directora de la tienda, Carmen Spínola, demandó que "se dé prioridad" y se agilicen las obras para construir nuevos accesos. "Nuestros clientes tardaron horas en entrar y en salir y no es una experiencia que queramos que vivan nuestros clientes.
A la dirección del centro no le pilló de sorpresa, "estábamos preparados, pues el 8 de septiembre es muy fuerte en visitas y en ventas, al ser un día festivo en Huelva, Córdoba, Cáceres, Badajoz y algunos municipios de Sevilla".
Sin embargo, Spínola aseguró que "realmente no sabemos por qué se produjeron los atascos", puesto que "no fue un día excepcional pues recibimos 18.000 visitantes, cifra similar a las de cualquier sábado fuerte, no era nada anormal". Sobre este punto, la directora de marketing, Almudena Gutiérrez, señaló ayer que "hemos tenido días de 20 y 22 mil personas y no se ha colapsado tanto".
La explicación puede estar en que la mayor afluencia a Ikea se produce los sábados, cuando el tráfico habitual en la A-49 disminuye bastante, mientras que ayer era un día laborable en Sevilla capital y en los pueblos del entorno del centro.
Casi todas las calles de Castilleja de la Cuesta, en especial las aledañas al centro comercial y la calle Real quedaron taponadas. La razón: cuando la Guardia Civil se dio cuenta de que los dos aparcamientos -de Ikea y de Airesur- estaban completos cortó los accesos por la salida 1, por lo que los vehículos entraban por la 2 -la que llega a la rotonda de Bormujos, Gines y Castilleja- y colapsaron todo el pueblo entrando por la calle Real, afirmaron fuentes municipales.
El Ayuntamiento que dirige Manuel Benítez (PSOE) tuvo que emitir un comunicado en el que señalaba que al pleno del pasado día 18 de julio llegó el acuerdo firmado entre el Consistorio y los propietarios de Ikea y Airesur, por el que las empresas "se comprometen a ejecutar y financiar una serie de obras de mejora de los accesos al complejo comercial".
El proyecto incluiría el desdoble del acceso de entrada desde la A-49 -uno de los carriles iría subterráneo bajo la rotonda y saldría por el bulevar-, además de un acceso a Ikea directo desde la A-49 a distinto nivel, en la esquina noroeste. También desdoblarían la salida, más un carril subterráneo.
En la misma nota, el Ayuntamiento destaca que una vez que se publique en el BOJA (Boletín Oficial de la Junta de Andalucía), "el proyecto quedaría en manos del Ministerio de Fomento, que es el que debe dar el visto bueno definitivo", si bien "cuentan con un primer dictamen positivo de la Demarcación de Carreteras de Andalucía Occidental, que depende del Ministerio".
El propio alcalde de Castilleja reconocía el sábado en su toma de posesión que "la circunvalación y el soterramiento de la A-49 a la altura de Ikea", eran proyectos "a largo plazo".
