La Consejería de Educación va a actualizar las normas de convivencia de los colegios andaluces de cara al próximo curso. Se añadirán dos supuestos hasta ahora desregulados: el acoso escolar, considerado como maltrato psicológico, físico o verbal a un estudiante; y la difusión por internet de imágenes contrarias a la convivencia (peleas, actos violentos o situaciones humillantes para un niño...).
Ambos casos tendrán la consideración de faltas graves o muy graves, y las sanciones que puede imponerles el profesor van desde el cambio de grupo, la suspensión del derecho a asistir a clase hasta dos semanas, la expulsión del centro entre tres días y un mes y el traslado de colegio al alumno infractor.
La consejera de Educación, Mar Moreno, acaba de presentar un documento marco de propuestas para rediseñar la estructura y el funcionamiento interno de las escuelas andaluzas. Este documento se convertirá en decreto, después de pasar por un amplio debate entre los miembros de la comunidad educativa, y entrará en vigor el próximo curso.
Entre las propuestas hay aspectos que, de hecho, ya venían funcionando con regularidad en los colegios, como la regulación sobre el uso de móviles dentro del recinto escolar o el uso de uniformes. Esta decisión depende de los consejos escolares o de la dirección del centro, pero no estaba enmarcada en ninguna norma legal, y ahora sí lo estará. La actualización de las normas de convivencia, en cambio, serán de obligado cumplimiento para todos los colegios. El decreto de convivencia regula las normas de comportamiento del alumnado dentro de clase y las sanciones en caso de infracción. Este texto, como otros muchos, se integrará en los futuros Reglamentos Orgánicos de Centros de Primaria y Secundaria, que será la hoja de ruta en la organización y el funcionamiento de los colegios andaluces, otorgándoles mucha más autonomía y capacidad de decisión que ahora.
