Tres jóvenes han sido condenados a dos años de cárcel y el pago de 142.847 euros por la muerte de un niño de siete años, al que atropellaron cuando participaban en unas carreras de coches ilegales en la pista de aterrizaje de la antigua base aérea militar de Tablada. Al no tener antecedentes, los procesados no irán a prisión.
El juicio estaba previsto para ayer en el juzgado Penal 4 de Sevilla, pero no llegó a celebrarse porque los tres acusados, J.A.V., J.M.S.P. y S.D.M., reconocieron los hechos que se les imputaban y aceptaron la condena de dos años de cárcel y otros dos de privación del permiso de conducir.
El atropello ocurrió en la tarde del 5 de diciembre de 2004, cuando los coches de dos de los acusados participaban en unas carreras no autorizadas en la pista de aterrizaje de la antigua base militar y uno de ellos atropelló mortalmente a un niño que se encontraba con su tío viendo unas exhibiciones de aeromodelismo.
El accidente se produjo cuando el vehículo del tercer imputado, un Mercedes que no participaba en las carreras, se interpuso de forma sorpresiva en el camino de los dos Ibiza y se produjo un choque, tras el cual uno de los coches, que salió despedido varios metros, atropelló al pequeño.
La condena incluye una indemnización para los padres de la víctima en el baremo previsto legalmente, 142.847 euros, de los que 142.847 serán abonados por las aseguradoras de los coches, mientras que otros 30.000 euros que serán pagados entre los tres imputados a partes iguales.
El acuerdo ha sido posible porque la acusación particular que ejercen los padres ha retirado su petición inicial de cuatro años de cárcel y una indemnización de 300.000 euros.
El juez dictó de viva voz su condena por los delitos de homicidio por imprudencia grave y conducción temeraria, al tiempo que recordó a los imputados que deben abonar sin dilaciones la indemnización, pues en caso contrario "no pueden ni soñar con la suspensión de la condena" para evitar su ingreso efectivo en la cárcel. Si abonan el dinero, y dado que ninguno tiene antecedentes, el fiscal y la acusación particular se han comprometido a apoyar la suspensión de la condena, es decir, que no entren en prisión.
La vista se celebró en medio de escenas de dolor por parte de los familiares del niño, en especial sus abuelos, a los que el juez otorgó un lugar preeminente en la sala de juicios.
Además, las reducidas dimensiones de la sala llevaron al juez a la insólita decisión de pedir disculpas a los periodistas que la abarrotaban, una parte de los cuales tuvieron que quedarse fuera, porque "todos sabemos que no tenemos unas salas de vistas perfectas en esta ciudad".
Al concluir el juicio, el abogado Carlos Galán, que defiende a uno de los jóvenes condenados, dijo a los periodistas que este caso "no tiene nada que ver con Farruquito" y la condena al bailaor por un atropello mortal del que huyó, pues su cliente "desde el primer momento intentó ponerse en contacto con la familia para expresarles su pesar".
Consideró además "justo" que los jóvenes no ingresen en prisión porque, en el caso de su cliente, "la primera vez que se animó a hacer un acelerón fue aquél día" y desde entonces ha conservado en estos años el permiso de conducir y "no tiene ni una sola multa de tráfico".
