A pesar del calor estival, España respira. Al menos todos aquellos vinculados al sector turístico y los que tenían planeadas sus vacaciones para la segunda quincena de agosto y para ello necesitaban coger un vuelo. Los controladores aéreos, después de tener varias jornadas en vilo al país, anunciaron ayer que no harán huelga, al menos en lo que se refiere a este mes.
De este modo, el comité ejecutivo de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) decidió ayer, por unanimidad, y después de más de tres horas de reunión, no ejercer el derecho legal de huelga en agosto, según anunció su secretario de Comunicación, César Cabo.
Añadió que esta decisión se adoptó para no perjudicar a un sector tan importante para la economía española como es el turismo, ni a los pasajeros aéreos.
El representante de los controladores afirmó también que están dispuestos a volver a la mesa de negociación con AENA hoy mismo, y que esperaban que el Gobierno impulse a la sociedad pública dependiente del Ministerio de Fomento para volver a reunirse.
De hecho, pocos minutos tuvieron que esperar para hallar respuesta. El presidente del ente público, Juan Lema, aseguró que las conversaciones con los controladores se retomarían hoy. En este sentido, Lema defendió que AENA mantiene abierta la puerta al diálogo a pesar de que los controladores no hayan descartado rotundamente la posibilidad de convocar una huelga en el caso de que no se alcance un acuerdo.
En este caso, añadió que el organismo dependiente del Ministerio de Fomento daría paso al arbitraje de un órgano independiente.
Además, adelantó que mantendrá su propuesta de una jornada laboral de 1.670 horas y un sueldo medio de 200.000 euros al año, por entender que está dentro de los "estándares europeos".
El comité ejecutivo de USCA, responsable de esta decisión, que ha terminado al menos con la tensión del silencio vivida desde que el pasado viernes se rompieran las negociaciones, está formado por nueve controladores, que son los que decidieron sobre el asunto, aunque en las conversaciones también intervenieron tres miembros de la junta directiva y varios trabajadores más sin derecho a voto.
La reunión del comité ejecutivo, prevista en principio para el próximo jueves, se adelantó dos días para, según los controladores, paliar la incertidumbre que habían denunciado tanto Fomento y AENA como el sector turístico y las compañías aéreas.
Con esta decisión queda aplazada la posible convocatoria de huelga, mandato que fue dado el 3 de agosto cuando en una votación en la asamblea nacional de los controladores, el 98,25% se pronunció a favor.
El peso del presidente. Cabo aludió además a las declaraciones realizadas ayer por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en Mallorca, en las que pidió a los controladores que no convocasen el paro, y las consideró importantes para la decisión que ayer se tomó.
Zapatero dijo que esperaba que los controladores fueran conscientes de que "la hipotética huelga genera incertidumbre, no produce más que efectos negativos" y que creía que no era "una actitud constructiva".
También aseguró que el titular de Fomento, José Blanco, estaba dispuesto al diálogo y añadió que el Gobierno pondría "todo el sentido constructivo" en dichas conversaciones. Ello a pesar de que el ministro señaló el pasado fin de semana que al Ejecutivo se le estaba "agotando la paciencia". Pero la tranquilidad, sobre todo, para el sector.
El secretario general de la Mesa del Turismo, Félix Arévalo, dijo que había recibido con "alivio" la decisión. Sin embargo, apuntó que ya se han producido "perjuicios tremendos" al turismo y pidió a los controladores que hagan lo posible para evitar que estos daños vuelvan a producirse después de agosto.
