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Los cuarteles como refugio de la crisis

Las solicitudes para ser militar se triplicaron en Sevilla en un año

el 20 oct 2009 / 19:48 h.

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Pedro Rodríguez y José Miguel Bravo, ayer, ante las puertas del cuartel de San Bernardo.
"Mis razones las tengo claras: me gusta y el trabajo está muy malo". Pedro Rodríguez es uno de los cerca de 15.000 sevillanos que han pedido o pedirán este año su ingreso en las Fuerzas Armadas. El pasado año, en cambio, fueron 4.972. Tres veces menos.

La delegación de Defensa está recogiendo más de 1.000 peticiones al mes. Después del verano incluso llegó a las 1.643, cuatro veces más que hace año y medio. En tiempos de crisis, los cuarteles son un buen refugio.

Rodríguez, con 25 años y vecino de Dos Hermanas, lleva tres años preparándose el "duro" examen psicotécnico para ser militar, pero hasta hace unos días su rodilla no tenía el visto bueno médico. Así que ayer mismo estaba en el cuartel de Eduardo Dato para presentarse, por fin, a filas.

"Los números se acaban a las 7.00 de la mañana, así que esta noche no dormiré y me vendré a las 4.00 o 5.00 de la madrugada", explicaba resignado. Y es que es tal el aluvión de pretendientes al Ejército que los 50 números que se entregan cada día saben a poco. El mes pasado, incluso tuvieron que ampliar el cupo algunos días ante al aluvión de personas que hacían cola.

"Estamos desbordados, el personal no da abasto para tramitar las solicitudes", reconoció ayer el gestor del Área de Reclutamiento, el teniente coronel de Caballería Marcos de Alarcón de la Lastra y Mendaro, quien explicó que en 2008 ingresaron en las Fuerzas Armadas 3.962 sevillanos y 17.600 andaluces (el 21,4% del total del país).

A José Miguel Bravo siempre le gustó el Ejército, pero a sus padres "les daba miedo". Ahora, con la crisis, es su mejor salida. "Hay que tirar de donde sea y es un trabajo como otro cualquiera. Puede que la nómina sea baja, pero te da una seguridad que no la tienen la mayoría de los trabajos", sostiene este joven de 22 años de Castilblanco de los Arroyos. Por eso ha decidido volver a intentarlo tras dos veces fallidas por su sobrepeso. A su juicio, la carrera militar ha mejorado mucho y ofrece a los jóvenes un futuro "para comprar un piso, formar una familia... Fuera del Ejército, con esta crisis, no se puede hacer nada".

"Antes muchos tenían miedo a cobrar poco, a los horarios malos, a las condiciones de trabajo largas y duras, pero ahora se puede conciliar la vida laboral y familiar, el sueldo está bien desde el primer día y te aseguras el alojamiento y la comida. En la calle, encontrar trabajo es difícil y aquí lo hay", defendió el teniente coronel Alarcón, que indicó que el número de personas admitidas no ha variado mucho en los últimos años, si bien el ministerio ha aprobado que este año la tropa aumente de 81.000 a 86.000 reclutas.

Por ahora, en Sevilla, hay entre cuatro y siete candidatos por plaza, según el mes o ciclo analizado. "Y la tendencia es a mantenerse. A partir del quinto ciclo de 2008 se produjo una explosión de solicitudes. Se duplicó el número y ya se ha triplicado", insistió el responsable del área de reclutamiento mientras un grupo de jóvenes corría por el patio del cuartel de Monte Rey, en Eduardo Dato, en un intento por superar las pruebas físicas para ingresar en las Fuerzas Armadas y así "sortear la crisis, encontrar trabajo y un futuro mejor, aunque lo pasemos mal los tres primeros meses".

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