Después de enriquecer el espectro de la fusión aflamencada con su sonido garrapatero, el dúo jerezano Los Delinqüentes da un giro hacia los cánones jondos con su último disco, Los hombres de las praderas y sus bordones calientes, en el que cuentan con Tomasito como invitado especial y rinden homenaje a la generación perdida del underground andaluz. Aunque el álbum no ve la luz hasta el 2 de noviembre próximo, los artistas lo presentarán esta noche en la sala Q de Sevilla.
"Nos ha salido un disco muy calentito, muy guapo, vacilón y callejero. Transmite muy buena energía", afirma Marcos El Canijo, una de las patas de Los Delinqüentes junto con Diego Pozo. "Es una especie de recopilación de cosas de Tomasito y nuestras, pero todo basado en el flamenco: tangos, bulerías...".
Aunque reconoce que "nunca hemos hecho flamenco, sólo cosas aflamencadas", esta vez tenían el propósito de "volver a los orígenes y rendir homenaje a las peñas flamencas, a esos tabancos que se están perdiendo. Por eso usamos sólo guitarras de palo, nada de eléctricas, ni baterías. Todo suena rústico en este repertorio".
Ese deseo de guiñar al pasado y encontrar un sonido añejo queda de manifiesto en las primeras fotos promocionales que el grupo ha hecho públicas, todas ellas viradas en sepia y realizadas en los clásicos patios jerezanos.
El factor Tomasito -que mete voces, palmas y baile en la grabación- asegura además un compás impecable. "Eso está garantizado, es el modo que tenemos de comunicarnos. En lugar de darnos los buenos días, nos ponemos a hacer compás y ya está todo dicho", agrega El Canijo.
El curioso título del disco, Los hombres de las praderas y sus bordones calientes, es un homenaje implícito a Julio Matito y Gonzalo García Pelayo, "que en su día hicieron un manifiesto en el que hacían distinción entre las personas y hablaban de los hombres de las praderas, que eran los que vivían alejados de las radiofórmulas, los únicos que estaban en el rollo. En el fondo es un homenaje a la tradición underground andaluza", explica.
Así, el repertorio incluye una versión de La Pura Concepción de Silvio, La cacerola del artista conocido como El Loco Romántico o un tema de Bob Dylan rebautizado como El hombre que hay en mí, entre otras sorpresas.
Pero lo que prevalece es el sabor del flamenco de toda la vida, con tanta determinación que Los Delinqüentes están dispuestos a actuar en la próxima Bienal de Sevilla del 2012, como en esta que acaba de terminar han actuado Kiko Veneno, Raimundo Amador o La Mala Rodríguez. "Estamos listos, nos atrevemos con lo que nos echen", asegura El Canijo. "Nosotros vamos a la Bienal, como a Pekín o a Gibraltar. No dividimos la música en ninguna categoría, y respetamos tanto los gustos que para nosotros los puristas son los que fuman puros".
En el espectáculo de esta noche tienen la intención de desgranar el nuevo disco al completo, y luego hacer un recorrido por su ya dilatada trayectoria, con éxitos como La primavera trompetera o A la luz del lorenzo y también temas señeros de Tomasito.
Han pasado ya doce años desde que Canijo, Diego y el malogrado Miguel Ángel Benítez Er Migue fundaran Los Delinqüentes, y en este tiempo han logrado no sólo consolidar su trayectoria, sino también embarcarse en proyectos tan sugerentes como el celebrado G-5 que les unió con Kiko Veneno, Muchachito Bombo Infierno y el propio Tomasito.
Son ya seis discos en el mercado, pero el número no les despierta aprensiones supersticiosas: "Somos seguidores de Iron Maiden y estamos a gusto en el seis", apostilla El Canijo.