El drama se ceba con millones de habitantes del mundo. El número de personas que tuvo que abandonar sus hogares dentro de su país por violencia y conflictos armados superó los 26 millones en 2007, según un informe difundido ayer por el Centro de Control de Desplazamientos Internos (IDMC).
Esa cifra de desplazados por la violencia y conflictos armados es la más alta desde principios de la década de los 90, señaló el organismo, dependiente del Consejo Noruego de Refugiados y que ayer presentó el informe bajo los auspicios de la alta comisaría de la ONU para los Refugiados (Acnur).
En total, señala el informe, existen desplazados en 50 países, y son especialmente las mujeres y los niños quienes sufren los más graves abusos de sus derechos humanos. Los desplazados deben hacer frente en muchos casos a nuevos ataques armados como los que les hicieron abandonar sus lugares de residencia, así como al hambre, enfermedades o falta de un refugio apropiado.
La cifra de 26 millones de desplazados supone un incremento del 6% respecto a 2006, y es la resultante de la combinación de 3,7 nuevos desplazamientos y de un bajo nivel de retornos a los lugares de origen, 2,7 millones", señaló la secretaria general del Consejo Noruego de los Refugiados, Elisabeth Rasmusson.
niños y mujeres. De este modo, el informe revela que todas estas personas, sobre todo los niños y las mujeres, "fueron víctimas con demasiada frecuencia de las peores violaciones de los Derechos Humanos". Algunos desplazados relataron que "tuvieron que soportar agresiones continuas, el hambre, enfermedades y la falta de una vivienda digna".
El alto comisionado de la ONU para los Refugiados, Antonio Guterres, dijo al comentar el informe que la situación es, aún si cabe, más grave de lo que refleja el texto y que es imprescindible la solidaridad internacional para hacer frente a este desafío.
Rasmusson coincidió con Guterres en que "a pesar de ser responsables del bienestar de los ciudadanos, muchos gobiernos en 2007 no estuvieron dispuestos y eran incapaces de prevenir que la gente fuera obligada a huir ".