La calma con la que comenzó ayer la jornada electoral en Colombia se vio perturbada hacia el mediodía -hora en Colombia- por las denuncias de disturbios aislados e irregularidades en los centros de votación, informaron las autoridades y observadores que velan por la seguridad y transparencia en estos comicios. El ministro de Interior y Justicia, Fabio Valencia Cossio, aseguró que el ambiente de seguridad en el que se desarrollan las votaciones es un aliciente a la participación, tras reconocer que esa calma se ha visto afectada por incidentes aislados. Detalló que fueron desarticulados siete artefactos explosivos que supuestamente habían instalado las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en una vía del meridional departamento de Nariño para atentar contra un contingente del Ejército. En esta jornada electoral, un suboficial del Ejército murió y varios uniformados resultaron heridos durante un combate con las FARC en el Cauca (suroeste), entre otros incidentes de los que informó el Ministerio de Defensa.
Por su lado, la Misión de Observación Electoral (MOE), cuyos miembros estuvieron apostados en 248 municipios del millar que forman el país, denunció las amenazas de Los Rastrojos y Los Paisas, otro grupo paramilitar, para apoyar a determinados candidatos en varias regiones. Asimismo detectó "proselitismo armado" en distintos municipios.
En esta jornada electoral, casi 30 millones de colombianos estuvieron convocados a las urnas para elegir a los 268 miembros del Congreso y, por primera vez, a sus cinco representantes en el Parlamento.
Además de despejar el camino hacia las presidenciales de las que deberá salir el sucesor de Álvaro Uribe, estos comicios permitirán la renovación de un Congreso desacreditado a causa de la parapolítica, escándalo por el que un tercio de legisladores fueron investigados, encarcelados o condenados por sus vínculos con grupos paramilitares.
