La ola de violencia en el Reino Unido se ha cobrado la vida de una nueva persona, la quinta desde que comenzaron los altercados. Se trata de Richard Bowes Mannington, un hombre de 68 años que murió a causa de las heridas sufridas el lunes durante los actos de violencia en el barrio de Ealing, y por cuyo fallecimiento ya ha sido detenido en el oeste de Londres un joven de 22 años, bajo la sospecha de asesinato, disturbios y robo.
Bowes vivía en una casa de Green Haven, a pocos minutos de donde fue atacado en el suelo la noche del lunes, tras discutir con varios jóvenes que trataban de prender fuego a dos contenedores industriales en Springbridge Road, cerca del centro comercial Arcadia, que estaba siendo saqueado.
La muerte de Richard Bowes Mannington es la quinta que se produce a consecuencia de los disturbios que desde el pasado sábado ha mantenido en vilo al Reino Unido durante cuatro jornadas. El primer fallecido fue un joven hallado dentro de su coche el martes tras haber recibido un disparo en las revueltas de Croydon. A priori, este suceso no tenía mucha vinculación con los disturbios, pero Scotland Yard abrió una investigación.
Las otras tres víctimas, otros tres varones, perdieron la vida tras ser arrollados por un vehículo en Birmingham mientras intentaban proteger sus negocios en la zona de Winsor Green, dentro de una de las patrullas urbanas que, a modo de escudos, trataban de evitar los saqueos. En este suceso, dos hermanos -Shazed y Munir Hussein- de 32 y 30 años de edad, perdieron la vida en el acto. Un tercer joven de 19 años, Haroon Jahan, lo hacía horas más tarde ya en el hospital. La policía ha detenido este jueves a tres personas, entre ellas un joven de 16 años, en relación con estas muertes.
En total, el Gobierno británico ha elevado a 1.600 el número de detenidos en todo el país por su presunta participación en los disturbios durante toda la semana, según el último balance de la cadena BBC. De los detenidos, 796 han comparecido ya ante un juez y un 17% son menores de 18 años. Más de un millar de ellos han sido arrestados en Londres, según datos de Scotland Yard.
Al igual que ya señaló el primer ministro David Cameron, la ministra del Interior en el Reino Unido, Theresa May, advirtió durante su visita a diversas zonas afectadas por los disturbios en el norte de la capital que la Policía seguirá en las calles al menos "durante un tiempo" para mantener la seguridad. Así, los agentes se dispone a inundar las calles estos días para garantizar que la ingesta de alcohol durante el fin de semana no reavive los disturbios que a principios de semana se produjeron en Londres y otras ciudades del país.
El subcomisario adjunto de la Policía Metropolitana, Steve Kavanagh, indicó al respecto que 16.000 agentes, en lugar de los 2.500 normales, estarán operativos en Londres en el que constituye el principal despliegue acometido en tiempos de paz. Distintos cuerpos policiales, incluidos los de Nottingham, Birmingham y Liverpool, han indicado que mantendrán una elevada presencia de agentes durante el fin de semana, aunque tras dos noches consecutivas de calma no prevén incidentes de relevancia.
Durante su visita, May también elogió la labor de los "valientes" policías que han estado "en la línea del frente" para luchar contra los alborotadores -también destacó el "fantástico trabajo" realizado por los equipos de Bomberos-.
Y es que, las palabras de May llegan en plena polémica entre el Gobierno y la Policía a raíz de unas declaraciones del primer ministro, David Cameron, en las que señaló que la respuesta inicial de la Policía a los disturbios y saqueos que comenzaron el sábado en Londres y luego se extendieron a otras ciudades fue "inadecuada". Su acusación ha provocado una dura respuesta desde la Policía, que se enfrenta a serios recortes en el marco de las medidas de austeridad adoptadas para reducir el déficit.
La Policía se defiende. El máximo responsable de Scotland Yard, Tim Godwin, no tadó en salir al paso para defender al cuerpo policial británico de las críticas que recibió el pasado jueves en el Parlamento por su actuación al principio de los disturbios en el Reino Unido. Godwin señaló que los mandos tuvieron que tomar decisiones "valientes" en situaciones "muy complicadas", y recordó que los comentarios negativos de la gestión policial parten de "personas que no estaban allí", en aparente alusión a Cameron, quien, por otro lado, pidió quitar las viviendas sociales a los implicados en los disturbios. "Aquellos que saquean a su propia comunidad deben ser desalojados de viviendas de protección oficial", dijo. El primer ministro hizo estas declaraciones en apoyo al primer desahucio -aprobado por el consejo municipal de Wandsworth, al sur de Londres- de un hombre por la participación de su hijo en los disturbios. Esta medida también está siendo considerada por otros consejos.
