José Recolons y Clara Isabel Carmona se distraen charlando mientras donan sangre.
Sevilla. Verano. Calor. El cambio de ritmo en los meses de julio y agosto es más que evidente en la capital hispalense. Algunos se escapan de la ciudad mientras otros intentan aguantar a través de un proceso de adaptación. Sin embargo, los hospitales y sus quirófanos siguen funcionando, la gente sigue poniéndose enferma, sigue habiendo accidentes de tráfico -incluso más durante el verano- y se necesitan más transfusiones. Por consiguiente, la necesidad de que las donaciones de sangre continúen en verano no sólo se mantiene sino aumenta.El verano es una de las épocas más importantes del año, junto con la Navidad y las fiestas locales, con respecto a demanda de sangre. "Fundamentalmente, mucha gente se desplaza en estas fechas, lo que significa que hay menos gente aquí para donar, y a la vez, mayor necesidad de sangre debido a los accidentes de tráfico", destaca el doctor Manuel Marín, coordinador médico del Centro Regional de Transfusión Sanguínea. Para combatir una posible escasez de sangre, "la idea es que cuando llegue el verano ya tengamos un stock". Para llevarlo a cabo, coincidiendo con el Día Mundial de los Donantes el 14 de junio, empiezan con una campaña de sangre que es una especie de "maratón" para tener el banco de sangre a un nivel suficiente durante el verano. Marín recalca que la época más problemática es en agosto, por lo cual "es importante que la gente ejerza la posibilidad de donar y acuda a hacerlo durante julio, agosto y septiembre".
Aunque se ven los frutos del programa, con cifras que demuestran que la capital y la comunidad andaluza se autoabastecen de sangre, se necesita subir el nivel del índice de donación de habitantes por mil, el índice estadístico que se utiliza para medir el número de donaciones. La provincia actualmente se sitúa en 33,3 donaciones por mil habitantes al año mientras que Andalucía está en 34,31, todavía a distancia del promedio nacional que se sitúa a 38,07.
Una de las preguntas más frecuentes es quién puede donar sangre. Marín recuerda que "es fundamental que antes de que la persona se autoelimine, venga y nos pregunte si puede donar o no". Antes de donar se realiza un pequeño análisis de sangre para descartar una posible anemia, y un médico examina a la persona para determinar si puede donar o no. De este modo, donar no implica riesgo para la salud. Marín añade que hay muchos donantes de "fechas importantes", que ellos mismos se autoimponen donaciones que suelen coincidir con el verano y la Navidad debido a que "entienden que son las fechas más importantes para donar del año". Estima que entre el 30% y el 40% de los donantes en estas fechas son de este tipo.
En el Centro Regional de Transfusión, tres donantes enfatizan el deber de donar que los llevó allí, sin esconder su aversión a la aguja: José Recolons explica que lleva desde los 18 años donando sangre cada tres meses porque su padre también era donante y ya es un acto de costumbre. De esta manera, Recolons destaca su intención de pasar esta obligación a sus hijos. Ya les ha llevado al centro para observar el proceso. Asegura que hay preguntas obvias, como "¿papá, qué te están haciendo, eso te duele?", pero cree que es importante que vean el proceso y entiendan que no están haciendo daño a su padre. Al otro lado del cuarto se sienta tranquilamente Rafael Morillo Verdejo con una Coca Cola en la mano. Reconoce que suele venir cada tres o cuatro meses, y sonriendo, declara: "No cuesta mucho trabajo: hay aire condicionado, me invitan a una Coca Cola, tardo unos veinte minutos y salvo una vida en el proceso".
Con respecto a la pregunta de dónde donar, Marín subraya que de centro a centro el personal es el mismo, con la misma técnica, el mismo equipo y los mismos procedimientos. Todo en la donación de sangre pertenece al centro, por lo cual, la misma persona que se encuentra hoy, puede desplazarse otro día a los pueblos o a cualquier oficina. Puntualiza que también hay unidades móviles que acuden todos los días a cuatro donaciones en pueblos de la provincia. Existen locales concertados de donación en los pueblos, entre ellos las casas de la cultura y los centros de salud.
Marín explica que "al final se trata de un ejercicio de comunicación, de generosidad y de educación. La persona es generosa, y realiza un acto de altruismo que desemboca en una bolsa de sangre que va a acabar salvando una vida". Para donar sangre es necesario ser mayor de edad. Se puede acudir al Centro Regional de Transfusión Sanguínea de la avenida de Manuel Siurot s/n (junto al Hospital Virgen del Rocio) , de lunes a viernes, entre las 8.00 y las 21.00 horas y el sábado de 09.00 a 15.00 horas.
