"Hay que ser optimistas, pero andar con pies de plomo". Así resumen los ecologistas el estado del Guadaíra, del que subrayan que es evidente que ha mejorado pero que todavía queda bastante por hacer. Por lo pronto exigen que se convoque la comisión que analiza la situación del río, que no se reúne desde hace año y medio.
La cosa va bien, sí, pero no está todo hecho en el Guadaíra, y es que el temor de los ecologistas es que acabe calando esa sensación y no se culmine el trabajo que se inició en 1996. "Estamos satisfechos, pero no hay que lanzar las campanas al vuelo", resume Joaquín Ordóñez, miembro de la presidencia colegiada de Al Wadaira y secretario de la plataforma Salvemos el Guadaíra, dos de los colectivos que más se han significado en la batalla por la recuperación del río.
A su juicio, todavía quedan cuestiones como poner en marcha el colector de Arahal y que la depuradora de Morón funcione al cien por cien, y además asegura que de vez en cuando se produce algún pequeño vertido. "Todavía no se produce un control absoluto de los residuos", apostilla, aunque reconoce que se ha recorrido mucho camino.
El temor de las asociaciones a las que representa Ordóñez es que acabe calando en la sociedad que ya está todo solucionado, lo que podría "anestesiar la movilización ciudadana". Esto, señala, podría servir a las administraciones para dar por concluida la tarea. "En 1996 se comprometieron a recuperar el río en siete años, no han cumplido y siguen sin cumplir".
En el lado buena de la balanza sitúa que se ha dado un gran salto. "Hemos visto que la vida vuelve, y nos lo dice también la gente que vive al lado del río", una labor en la que ha tenido mucho que ver la presión que se ha ejercido desde la ciudadanía, tal y como admite la Agencia Andaluza del Agua. Este reconocimiento no deja de ser, para Ordóñez, un "contrasentido", ya que por un lado se alaba la participación social pero por otro no se les ha hecho llegar mucha información que digamos.
Un ejemplo de esto último es que la comisión de seguimiento del plan de recuperación no se reúne desde octubre de 2007. Por ello, ahora le van a remitir una carta a la consejera de Medio Ambiente, Cinta Castillo, para que asuma el compromiso de su antecesora, Fuensanta Coves, de convocar regularmente una comisión que es la que, de manera formal, certifica los avances que se van produciendo.
Frente a los buenos resultados del Guadaíra Blanco, el programa para sanear el río, los ecologistas lamentan que todavía queda mucho por hacer en el capítulo del Guadaíra Verde: reforestación, recuperación de patrimonio histórico y vías pecuarias... Y preocupa mucho las crecientes captaciones de agua, que provocan que el río lleve muy poca agua en varios tramos al margen de su estiaje natural.
