Los ecologistas critican que los árboles plantados con fondos de la UE se han secado

Los conservacionistas recuerdan que la restauración paisajística supuso una inversión de 176.188 euros.

el 17 nov 2012 / 20:52 h.

Árboles secos en la carretera de Gerena a la ermita.

Un dinero tirado a la basura. Ésta es la denuncia formulada por Gerena Verde al alertar de que la mayoría de los árboles plantados por la Junta de Andalucía en la restauración paisajística de la A-477 -la carretera a la ermita- se han perdido por la falta de riego en el verano.

Los ecologistas recuerdan que esta plantación, que fue cofinanciada con los fondos Feder de la Unión Europea (UE), la sacó a concurso público la Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía en 2009 y "salió a licitación pública con un presupuestos base de 228.549,09 euros y un plazo de ejecución de dos meses, más 24 de conservación". Finalmente, según Gerena Verde, la inversión se redujo a 176.188,49 euros, "una millonada, que no ha servido para garantizar la supervivencia de los árboles plantados, puesto que la mayoría de ellos se han secado por falta de riego en verano".

Según la denuncia de los conservacionistas, la mayor parte de los árboles que se han secado corresponden a especies autóctonas de ribera -olmos, fresnos, y almeces, entre otros-, mientras que los que han aguantado han sido las especies propias del monte mediterráneo, "principalmente algarrobos, porque aguantan mejor el estío". Respecto al matorral, los ecologistas admiten que ha sobrevivido el 80% de lo plantado, "puesto que son especies autóctonas del monte mediterráneo que están perfectamente adaptadas a largos periodos de sequía".

Ante lo sucedido, Gerena Verde también se lamenta de que la elección de las especies arbóreas plantadas tampoco ha sido correcta desde el punto de vista de una restauración ecológica bien planificada, "o bien el tiempo de conservación previsto se les quedó corto".

En este sentido, los ecologistas señalan que la elección de plantar árboles de ribera junto a una carretera donde actualmente predomina la estepa cerealista, "no parece muy acertada por parte de los técnicos que planificaron el proyecto, o al menos desde el punto de vista del tiempo de conservación que se establecía en 24 meses".

Manifiestan que en la zona "es improbable que un árbol de ribera tenga un enraizamiento que le permita obtener por sí mismo el agua que precisa para vivir en periodo estival, máxime cuando es un hábitat estepario, donde el año pasado se tuvo el invierno más seco de los últimos 50 años, que hizo bajar el nivel freático a niveles insólitos".

Por ello, desde Gerena Verde, que recibió con entusiasmo la noticia de la restauración paisajística de la carretera de la ermita, se condena que no se haya actuado correctamente para que los árboles hubieran sobrevivido.

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