La plantilla de la empresa Fundiciones Caetano, formada por un centenar de trabajadores, ha tomado las instalaciones de la fábrica para reivindicar la puesta en marcha de su actividad industrial y la recuperación de los empleos que perdieron el pasado mes de enero de 2009.
En este sentido, Miguel Ángel Gutiérrez, presidente del comité de empresa Fundiciones Caetano, ha señalado que todos los operarios permanecerán encerrados en las instalaciones hasta que "las administraciones competentes -como el Ministerio de Ciencia e Innovación o de Trabajo-, así como las partes involucradas", lleven a cabo una convocatoria para clarificar la futura situación de la industria.
De este modo, el presidente del comité ha explicado que los 100 trabajadores se encuentran en un "estado de desesperación", ya que a muchos de ellos se les están agotando las prestaciones por desempleo: "El trance es complicado tanto para los que tienen más de 45 años, que difícilmente pueden encontrar salidas laborales, como para los más jóvenes, a los que apenas se les proporcionan ayudas públicas", ha declarado.
Por ello, la plantilla exige que se alcance un acuerdo entre los propietarios de la planta y el nuevo inversor, un grupo industrial vasco que pretende hacerse cargo de la empresa y de la administración regional.
De hecho, Miguel Ángel Gutiérrez ha destacado que la fundición "cuenta con las mejores instalaciones tecnológicas del ámbito europeo", por lo que "es un bocado exquisito para cualquier inversionista".
Mala gestión. En este sentido, el secretario general del Sindicato de Industria de CCOO de Sevilla, Juan Caravaca, ha señalado que Fundiciones Caetano se encuentra inmersa en un proceso de liquidación debido a las pérdidas causadas por el traslado de la fundición, antes situada en Camas, hasta el polígono industrial Esparragal de Guillena.
De ahí que en septiembre de 2009, el grupo industrial vasco se declarara interesado en realizar las acciones pertinentes para la recuperación de la actividad de la empresa, así como del centenar de puestos de trabajo con los que antes contaba. Sin embargo, pasado medio año la situación no ha cambiado: "Por ello exigimos la inmediata recuperación de una empresa que desde hace 50 años da de comer a más de 100 familias", declara Juan Caravaca.
