La ribera del río Guadaíra y el arroyo Salado; la depuradora; el coqueto castillo de Marchenilla; las ruinas de Luchena; o Gandul con sus construcciones fueron algunos encantos de la comarca de Los Alcores que se contemplaron desde los 20 aviones deportivos que la escuela Aerohíspalis y Spotting Andalucía desplazaron ayer al aeródromo de Mairena del Alcor para dar vida a la I Concen- tración Andaluza de Spotting.
Fue una ocasión única para divisar, en vuelos de entre 15 y 20 minutos, las tierras de Los Alcores, cuyas hazas de tierras y pequeñas propiedades se asemejaban a maquetas de proyectos de construcción desde las cabinas de las aeronaves. Así difunden el spotting, una disciplina poco conocida en Andalucía, que sintetiza la fotografía con la aviación.
Al ser la primera concentración, los miembros de esta nueva tribu explicaron paso a paso por megafonía el proceso de despegue de las naves con las condiciones debidas. Esta vez estuvo marcado por el fuerte viento que, por rachas, impelió a las aeronaves bruscos movimientos contra la voluntad de los comandantes.
Con viento o sin él, la realidad es que su afán por crecer no cesa. De ahí las nuevas concentraciones, como la que tienen previsto celebrar el día 26 en la base aérea de Morón. Además, hace unos días realizaron otra quedada en El Copero. Unas reuniones que siempre concluyen en torno a "una paella voladora", como ellos mismos la han bautizado.
