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Los equipos de rescate buscan vida bajo las ruinas del 'Ike' en Texas

Tras el paso del huracán Ike por Texas, ya sólo queda rescatar de entre las ruinas a quienes se negaron o no pudieron marcharse a tiempo. Los equipos de rescate desarrollaron una intensa labor de búsqueda.

el 15 sep 2009 / 11:48 h.

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Tras el paso del huracán Ike por Texas, ya sólo queda rescatar de entre las ruinas a quienes se negaron o no pudieron marcharse a tiempo. Los equipos de rescate desarrollaron una intensa labor de búsqueda mientras las autoridades trataban de evaluar con precisión los daños.

Ayer, al cierre de esta edición, habían sido rescatadas casi un millar de personas, según la oficina del gobernador de Texas, Rick Perry, en lo que se describió como la mayor operación de búsqueda y asistencia de la historia del Estado. En Luisiana, los atendidos llegan a las 600 personas.

Se calcula que hasta 140.000 personas desoyeron las recomendaciones de las autoridades de evacuar y se quedaron en las áreas más afectadas por el huracán, en especial en la isla de Galveston, donde Ike tomó tierra.

Las autoridades han confirmado la muerte de cuatro personas debido al huracán, dos en el estado de Texas y dos en Luisiana.

Los equipos de rescate trataban de localizar a la mayor gente posible antes de que oscureciera y las posibles víctimas se vieran obligadas a pasar una segunda noche a la intemperie o entre escombros.

Las tareas de rescate se ven obstaculizadas por los numerosos escombros, vehículos y árboles derribados que se acumulan en la isla, así como la intensa lluvia que sigue cayendo sobre la zona y que amenaza con nuevas inundaciones. En Houston, la cuarta ciudad de EEUU y donde el huracán dejó sentir toda su fuerza, se declaró un toque de queda entre las nueve de la noche y las seis de la mañana hasta el próximo sábado ante los daños recibidos.

Cerca de dos millones de personas se encuentran sin electricidad y no funcionan los semáforos ni el alumbrado nocturno. Asimismo, muchas calles se encuentran cortadas por inundaciones o escombros dejados por la tormenta. El Ike arrancó cristales de los rascacielos, desprendió tejados y se llevó por delante paradas enteras de autobús. Según el jefe de Policía en Houston, Harold Hurtt, una treintena de personas han quedado detenidas por pillaje.

La prioridad, según pusieron de relieve las autoridades, es reparar el tendido eléctrico en las zonas afectadas. Casi cuatro millones de personas, entre Texas y Luisiana, se quedaron sin electricidad a causa del ciclón. Otra área de preocupación es la producción de gasolina. El huracán, que entró en Texas con vientos superiores a los 170 kilómetros por hora, obligó a cerrar a 15 refinerías en el golfo de México, donde se acumula el 22% de la capacidad estadounidense. Se trata de la peor interrupción del suministro desde hace tres años, cuando el paso del huracán Rita por Texas también obligó a parar los trabajos.

Según afirmó ayer el presidente George W. Bush, que mañana viajará a la zona afectada, aún es demasiado pronto para determinar hasta qué punto la producción de gasolina ha quedado perjudicada. "Aún es demasiado pronto para determinar cuál es la situación exacta, pero puedo decir que uno de los oleoductos que vienen del golfo funciona", aseguró Bush. Los expertos tratan de determinar si un segundo oleoducto podrá empezar a operar inmediatamente. La senadora republicana por Texas Kay Bailey Hutchinson indicó que pueden ser necesarios hasta nueve días para que las refinerías recuperen la operatividad y advirtió de la posibilidad de escasez de gasolina.

Las compañías aseguradoras calculan que los daños dejados por el huracán pueden oscilar entre los 8.000 y los 18.000 millones de dólares. Con todo, las autoridades consideran que los daños han sido menores de lo que se temía. El Ike, convertido ya en una mera tormenta tropical, se encontraba ayer, tras su devastador paso por el Estado de Texas, en Arkansas.

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