El que dicen es el mayor rocódromo techado de Andalucía fue estrenado ayer en el centro social autogestionado Sin Nombre, en el número 42 de San Bernardo. Y lo más curioso es su gestación, ya que nace de la escalada de un muro más complejo si cabe, el administrativo, el que el Instituto Municipal de Deportes (IMD), en manos de IU, levantó en torno a esta práctica deportiva cuando, hace unos tres años, clausuró el único rocódromo público de Sevilla, existente en el Centro Deportivo San Pablo, bajo el argumento de que necesitaba una reforma.
El escalador y promotor del rocódromo paraoficial de San Bernardo, Francisco Martínez, destacaba ayer que "hemos enviado varias propuestas al Ayuntamiento en las que demostramos que el de San Pablo se debe reabrir porque puede ser rentable, y afición no falta". Y como no han obtenido resultados en todo este tiempo, decidieron ponerse manos a la obra. El centro social okupa de San Bernardo les ha servido de escenario, y en él han alumbrado, en el último año y medio, un rocódromo de seis metros de altura. Lo mejor es que "nos ha salido, sorprendentemente, por unos 6.000 euros, gracias a los apoyos obtenidos de empresas, arquitectos..., cuando su valor real no baja de los 100.000 euros", explicó.
En el debe de la iniciativa, hay que dejar constancia de que el rocódromo carece de licencia. En paralelo, sus promotores dicen haber suscrito un seguro para eventuales accidentes. El estreno del rocódromo fue ayer con un maratón de escaladas por edades.
