Un 5% de la población andaluza es gitana y, pese a la imagen sobre su analfabetismo y absentismo escolar, uno de cada cuatro estudiantes de Secundaria pertenece a esta minoría étnica (casi en la misma proporción que su peso poblacional), según constata un estudio de la Unión Romaní realizado durante ocho años entre 7.950 alumnos de más de un centenar de institutos repartidos en 50 municipios. El objetivo, según destaca el presidente del colectivo en Andalucía y responsable del estudio Andalucía, cuatro culturas, una sola juventud, Antonio Torres, era "tomar el pulso" a "los futuros dirigentes andaluces" sobre su actitud ante los gitanos, y el resultado no es alentador.
Un tercio del alumnado presenta "actitudes racistas" en el análisis ponderado de las preguntas realizadas sobre si tienen amigos gitanos, cómo se relacionan con ellos, qué diferencias ven entre unos y otros o por qué creen que están marginados, y un 10% se muestra "evasivo" ante estas cuestiones.
Así, el 24,26% de los estudiantes encuestados apuntan directamente a las costumbres gitanas como la causa de su discriminación y un 56,5% cree que "en algún caso", son ellos mismos quienes provocan su marginación, frente a un 13,04% que aseguran que no es responsabilidad suya. "Que chavales de esa edad digan, a priori, que la cultura gitana es la causa de la discriminación, demuestra que tienen prejuicios arraigados", afirma Torres. Prueba de ello, insiste, es que cuando se les pregunta si creen que los gitanos tienen algo bueno "muchos dicen que sí pero al instarles a que digan tres cosas no saben contestar".
Para el presidente regional de la Unión Romaí, la clave está en que "nadie quiere a quien no conoce, pueden respetarlo pero ni siquiera saben decir qué cosas buenas tienen". Por ello, aboga por "seguir haciendo un esfuerzo por aumentar la proporción de alumnado gitano y en la formación, porque cuanto más conocimiento más fluidas serán las relaciones y con el conocimiento viene también el cariño".
Torres subraya que "cuando hablamos de los gitanos en Andalucía, con más de 300.000, siempre hablamos de un tercio que son los que están en situación marginal, pero los dos otros tercios son gente con sus trabajos, que llevan a sus hijos al colegio y tienen una vida perfectamente normalizada".
Tras este estudio en Andalucía, Unión Romaní prepara otro a nivel estatal y en la comunidad con más población gitana se está haciendo otro en el ámbito universitario, con un 2% de alumnado gitano, donde "se aprecian algunos cambios, al menos son menos evasivos, toman partido".