Un total de 11 años, uno por cada figura del paso, empleó la cofradía de Santiago de Écija en completar el misterio de las negaciones y las lágrimas de San Pedro, que ayer salió en procesión terminado, a falta del dorado y de los faldones del paso.
El paso salió por primera vez en 1998, y estrenó únicamente dos imágenes: el Nazareno de la Misericordia y el gallo. El primero es una talla de Montes de Oca, del siglo XVIII. El gallo, como las restantes nueve figuras, son tallas de Rafael Amadeo Rojas, natural de la ciudad de las torres.
Como cada Martes Santo, la barrera de Santiago se quedó pequeña para acoger a la multitud que no quiso perderse el estreno del paso de los Estudiantes, además de presenciar la salida de la cofradía, uno de los puntos más vistosos de su estación de penitencia, junto con el recorrido por la estrecha calle Zayas o por debajo del arco de Santa María.
"La intención de finales de los 90 es hoy una realidad", enfatizaron ayer los cofrades de Santiago, emocionados por el estreno del centurión a caballo, que culmina el trabajo de añadir un tercer paso a los de sus dos titulares, el Cristo de la Expiración y la Virgen de los Dolores. Una obra digna de contemplarse.
