Comienza el verano, y parece que será especialmente caluroso en Sevilla. Al menos así lo anuncia la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), que presentó ayer su predicción para el trimestre julio-septiembre. El mensaje es claro: las temperaturas muestran "tendencia a superar sus valores normales" en todo el país. El sur peninsular, junto al este, Baleares y Canarias, se verán "especialmente afectados" por el calor.
Para que nos vayamos acostumbrando, se prevé una primera ola de calor a finales de esta misma semana, cuando podrían alcanzarse hasta 40 grados centígrados en Sevilla. Las temperaturas, ya elevadas durante los días previos, subirán más todavía a partir del jueves según la predicción, para no bajar hasta la semana próxima.
La tendencia anunciada para el verano es la continuación de un panorama de temperaturas por encima de la media que se está registrando desde hace meses en Sevilla. De hecho, los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) confirman que el trimestre marzo-mayo de 2011 ha sido el más cálido del que se tiene constancia en toda la serie histórica, iniciada en 1951. En la pasada primavera las temperaturas alcanzaron los 15,30 grados de media, situándose 2,3 grados por encima de ese valor para todo el periodo registrado (1951-2011).
Respecto a este verano, la predicción de la Aemet habla exclusivamente de "tendencias", debido a lo cual no se especifica el número concreto de grados que podrían subir los termómetros. Tal y como explica Fernando López Cotín, delegado territorial de la agencia en Andalucía, Ceuta y Melilla, la previsión estacional se realiza analizando valores más duraderos que los empleados para la predicción a corto plazo, como son la temperatura oceánica y la distribución general de las zonas de presión atmosférica. "Por ejemplo, se valora la situación del anticiclón de las Azores y de las borrascas del Atlántico norte, que si ese año se encuentran alternadas -borrascas al sur y anticiclón al norte- producen veranos más fríos en el sur de la península", explica. La amplitud geográfica y naturaleza de estas referencias dificulta una predicción más pormenorizada, al estilo de la realizada para plazos cortos de tiempo, de forma fiable.
Sobre la posible relación de estos incrementos térmicos con el fenómeno del cambio climático global, el delegado territorial de la Aemet insiste en que un dato puntual no puede extrapolarse a situación general. "Hay que mirar las temperaturas medias de años completos, y compararlas con la de décadas", subraya. No obstante, el meteorólogo señala que "de momento las temperaturas van en aumento, luego los datos están confirmando los escenarios previstos debidos al cambio climático".
Respecto a las precipitaciones, la tendencia anunciada por la Aemet para este verano no muestra cambios significativos en los valores habituales. No obstante, se apunta que la pasada primavera se recogió un volumen de lluvias "algo" superior a la media.
En Sevilla habrá 1,44 grados más en 2040
Pese al abultado nivel de precipitaciones que se está registrando en los últimos meses -de volumen incluso catastrófico, como en el caso de Écija de finales de 2010-, los técnicos de la Agencia Estatal de Meteorología advierten de que esto no implica, en ningún caso, un "cambio de tendencia" en el clima de la zona. De hecho, las predicciones más fiables contempladas por los expertos, dentro del marco del cambio climático, arrojan un descenso superior al 6% en las precipitaciones que se recogerán en Sevilla en 2040.
Respecto a las temperaturas, los modelos predictivos climatológicos hablan de un incremento de 1,44 grados de media en la ciudad para ese mismo año. Sevilla sería en esa previsión la cuarta capital andaluza en cuanto a aumento térmico, sólo superada por Jaén, Granada y Córdoba. Según estas fuentes, todos los estudios muestran que el aumento de temperaturas inherente al cambio climático se está manteniendo a nivel general (también en la ciudad de Sevilla), no pudiendo "en ningún caso" tenerse en cuenta datos de uno o dos años como indicadores de cambio de tendencia.
Esto se debe a que los modelos climáticos precisan de escalas mayores de tiempo de medición, pues a corto plazo se producen fluctuaciones o "dientes de sierra" en los registros. Asimismo, la Agencia Estatal de Meteorología indica que, aunque existe consenso en relación al progresivo aumento de temperaturas, también existe "una gran incertidumbre en cuanto a la evolución de las precipitaciones".
En respuesta al requerimiento de este periódico, el investigador de la Universidad de Sevilla Leoncio García Barró aclara que los registros de lluvias de las últimas tres décadas presentan una "marcada y creciente irregularidad", así como una mayor frecuencia de años "excesivamente húmedos" o, por el contrario, "muy secos". Según explica el científico, aunque el nivel de precipitaciones se mantiene, en los últimos años se están alternando ciclos de sequía con periodos muy húmedos, en los que llueve más en otoño y menos en primavera. "Esto en su conjunto influye mucho en el ecosistema", advierte.
