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Cultura

'Los futuros del libro': hoy crisis, mañana ya veremos

el 10 may 2010 / 18:58 h.

Un momento del animado debate de la sesión matinal de las segundas Jornadas 'Los Futuros del Libro'.

El año pasado, en la primera edición de las jornadas Los Futuros del Libro que acoge la Feria del Libro de Sevilla, no fueron pocas las voces que se apresuraron a levantar el acta de defunción del papel en beneficio de los soportes de lectura electrónicos. Ayer, en la inauguración del segundo encuentro, todo parecían en cambio interrogantes. ¿Qué ha pasado entre una convocatoria y otra? Pues, entre otras cosas, que el anunciado boom del libro electrónico de las pasadas Navidades no ha sido tal, y la crisis económica se ha agravado por encima de las expectativas. Sobre los remedios posibles, sin novedad en el frente.

El tema central de este año es El papel de las administraciones públicas ante los futuros del libro, y en la primera mesa dichas administraciones estuvieron representadas por Javier Palacios –coordinador general de Servicios de la Viceconsejería de Cultura de la Junta– en representación de la anunciada directora general del Libro, Rafaela Valenzuela. “Nuestro papel es facilitar líneas de apoyo, pero son los editores quienes tienen que concretar su futuro, qué quieren editar y cómo van a hacerlo”, manifestó, porque “lo digital es el futuro que nos queda”.

Enfrente tuvo a María Luisa Amores, presidenta de la Asociación de Editores Andaluces (AEA), y a José Jaime Serrano, en representación del gremio de libreros. Amores lamentó la reciente supresión de las ayudas a la edición de la Junta de Andalucía y pidió más diálogo: “Deberíamos sentarnos y trabajar con la Administración sabiendo por dónde va, y con qué presupuesto podemos contar. Se ha dado un vuelco bastante importante sin conocimiento previo y lo estamos pagando”, aseveró, para acabar pidiendo que se evite “la competencia un tanto desleal” que hace el poder público cuando ejerce como editor.
Por su parte, Serrano denunció que “las ayudas al sector de las librerías se pierden por el camino” y “se convocan concursos públicos inasequibles para las librerías pequeñas y medianas”, al tiempo que criticó el apoyo de la administración al libro electrónico: “Si el futuro es el que se anuncia, las librerías se acabarán en 10 o 15 años. ¿Para qué potenciar algo que nos va a enterrar?”.

En el fuego cruzado, Txetxu Barandiarán, asesor del departamento de Cultura del Gobierno Vasco, subrayó que la vorágine en la que parece sumido el sector del libro no puede olvidar que los verdaderos protagonistas son los creadores y los lectores, que seguirán citándose en el futuro, mientras que “sólo las mediaciones que tengan un sentido van a sobrevivir”.

Además, al comentario de Palacios de que “es complicado unir intereses de creadores, editores, libreros y bibliotecarios, porque aunque todos trabajan alrededor del libro, el objetivo de cada uno es distinto”, Barandiarán mostró su acuerdo, pero afirmó que “al menos es posible coordinar esos intereses”.

En el turno de intervenciones del público, el periodista de RNE Manuel Pedraz recomendó “preguntar al vecino, la industria del disco, sobre cómo vio venir la crisis y cómo la ha padecido”, mientras que el analista Pablo Odell invitó a editores y a libreros a que expliquen cuál es el valor añadido que van a oponer a la marejada que se abate sobre el mundo del libro. Amores respondió que “hoy por hoy no están claros los soportes” que van a imperar en el futuro inmediato, mientras que Serrano agregó que “los libreros están por supuesto intentando no quedarse atrás, pero poco pueden hacer. Si nadie sabe lo que esto va a dar de sí, ¿quién va a hacer la fuerte inversión que exige un cambio como el que se nos pide?”.


En la sesión de tarde, la mesa estuvo compuesta entre otros por Antonio G. Villarán, de Cangrejo Pistolero Ediciones, y Carola Moreno, de Barataria; el librero Manuel García Iborra, del blog Los Libreros Recomiendan; el citado Manuel Pedraz y Henry Odell como moderador.

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