No corren buenos tiempos para uno de los futbolistas que, con su aportación al equipo, más colaboraron a la hora de levantar los cinco títulos. Ivica Dragutinovic llega al tramo final de temporada sin sitio en el once titular incluso cuando falta alguno de los indiscutibles de Manolo Jiménez.
Aunque jugase los nueve partidos que restan para la conclusión del campeonato, Drago ni tan siquiera podría igualar el número más bajo de encuentros de Liga que ha disputado en una temporada desde su llegada al club. En la actualidad, el defensa serbio tan sólo acumula diez partidos ligueros, dos de Copa de la UEFA (Partizán de Belgrado y Sampdoria) y unos minutos en la prolongación del choque de vuelta de cuartos de final de Copa del Rey contra el Valencia. En su primera campaña, la 2005/06, jugó 21 partidos de Liga; en la siguiente, la exitosa 2006/07, un total de 25; y en la última, es decir, el pasado ejercicio, 23 encuentros.
Los motivos de este cambio a peor son diversos. Drago comenzó la temporada con problemas físicos (una fascitis plantar) que le impidieron adquirir la misma carga de trabajo que sus compañeros. Por entonces, Julien Escudé no podía hacerle competencia, ya que se recuperaba de su operación, y Javi Navarro seguía en el dique seco tratando de buscar un rayo de luz a su delicada situación. El fichaje de Sebastien Squillaci, la previsible futura titularidad de Escudé y la presencia en el plantel de otros centrales como Aquivaldo Mosquera, David Prieto e incluso Federico Fazio urgía a ponerse las pilas.
Y así fue. Tras no tomar parte en el debut liguero, Drago se hizo con la titularidad... jugando de lateral izquierdo. Manolo Jiménez parecía tenerlo claro: podría ser una alternativa a Fernando Navarro, otro de los fichajes del club para esta campaña. Squillaci y David Prieto fueron los centrales elegidos en los dos partidos que jugó el serbio. A partir de ahí, desapareció del mapa.
Hasta diez jornadas tuvieron que pasar para que Drago volviera al equipo. Otra inoportuna lesión (desgarro miofascial del tercio medio de bíceps femoral izquierdo) jugando con su selección frente a Austria le obligó a permanecer varias semanas de baja. Reapareció a principios de diciembre y su regreso, estando el Sevilla inmerso en tres competiciones, coincidió con uno de los peores momentos de la temporada: la eliminación de la Copa de la UEFA, el empate en casa con el entonces colista Osasuna... El equipo no funcionaba y cuando él jugaba casi siempre lo hacía de lateral, puesto que se le ha atragantado más de lo previsto.
En esta segunda vuelta de campeonato, Drago sólo ha jugado cinco partidos de Liga, el último de ellos contra el Valladolid, actuando de central junto a Squillaci. Días después, Antic le convocó para jugar en Rumanía y luego frente a Suecia, partido éste último que no disputó. Parecía que Drago repetiría titularidad ante el Recreativo. Pero no fue así. Con Escudé de baja y David Prieto fuera de la lista, Jiménez dio el puesto a Mosquera, quien no brilló especialmente.
La cuestión ahora es ver si el serbio recupera su puesto de central ante el Getafe o, por el contrario, el técnico apuesta por otro compañero. Su peso específico en el equipo es grande, pero los galones ya lo le sirven como plus añadido. Mientras tanto, sólo le queda esperar. Ya ha podido irse y en verano todo es posible.
