Estaba claro que Javier Arenas no iba a dejar escapar la ocasión de mencionar el caso de los ERE en el multitudinario mitin. Una vez que la trama de ayudas irregulares pagadas con fondos públicos ha irrumpido en la campaña, tras el auto de la jueza que apunta al PSOE y a la Junta, el PP no va a pararlo.
El dirigente popular auguró que después del cambio político que se produjo en las municipales de mayo, del que se producirá el domingo, vendrá el cambio en Andalucía. "Pondremos fin a 30 años de socialismo, de apropiación indebida de las instituciones y de patrimonialización de la democracia. A los gobernantes de los ERE los vamos a mandar a la oposición", proclamó. A su juicio, los Ejecutivos del PP tendrán "dos tareas": "Ganar a la crisis y regenerar la democracia".
Arenas criticó el doble discurso del PSOE. "Antes gobernaban la mayoría de diputaciones y ahora que las han perdido quieren suprimirlas". Avisó a Felipe González de que se "prepare" porque el cambio llegará a Andalucía -el histórico socialista dijo que si esto pasaba se iría a Honolulu-. "¡Felipe, vete ya!", gritaba el auditorio del Pabellón de San Pablo.
Los dirigentes populares criticaron también la herencia que les han dejado los socialistas. Arenas se refirió a Jerez, con una deuda de mil millones, a Marbella o El Ejido, ejemplos de "corrupción", para pedir "responsabilidades judiciales" a los gobernantes que dejen "en quiebra" las cuentas de sus administraciones. "Se acabó irse de rositas", zanjó. Al hablar de corrupción, aprovechó para mofarse de "Pepe el de la Campsa" -en referencia a José Blanco, en el punto de mira por el caso Campeón-, del que dijo que no iba a hablar en campaña. Eso sí, opinó que éste debe ser un tiempo de "concordia", de "construir todos juntos el país".
