El Consejo de Estado presidido por el general Mohamed Uld Abdelaziz ejercerá "el tiempo más breve posible" la presidencia de la República de Mauritania y nombrará un nuevo Ejecutivo que administrará los poderes, "modificando, cuando sea necesario, la Constitución".
Entretanto, el depuesto presidente mauritano, Sidi Mohamed Uld Cheij Abdalahi, fue trasladado por los militares al Palacio de Congresos, cuenta con una férrea vigilancia de la Guardia Presidencial. Si bien, hasta el momento la Junta Militar no ha presentado ninguna acusación contra el presidente ni contra los otros detenidos.
Nueve centrales sindicales de Mauritania expresaron su "fuerte condena" contra la toma del poder realizada por la Junta Militar y la calificaron de "confiscación de la autoridad del pueblo".
Asimismo, el Comité mauritano de Solidaridad con las Víctimas de Violaciones de los Derechos Humanos instó a la comunidad internacional a no aceptar la política del "hecho consumado" golpista y a rechazar el argumento de que el levantamiento se hizo para luchar "contra el terrorismo". De momento, EEUU ha suspendido más de 22 millones de dólares (14 millones de euros) en ayuda no humanitaria a Mauritania.
