Hace 15 días, el presidente Griñán defendió en el Parlamento que los países más competitivos de Europa eran los que más cargas fiscales imponían. Jugó a comparar, pero no citó siquiera la pretendida reforma al alza de los impuestos que va a adoptar el Gobierno central. En estos días, el PSOE se ha movido en esa ambigüedad. Hasta ayer. El secretario de Organización de los socialistas andaluces, Rafael Velasco, dejó clara la "profunda coincidencia" con la apuesta del presidente Zapatero y su "apoyo al líder" y a su "hoja de ruta" para amortiguar la crisis. Su efusiva defensa llega después de que Zapatero recibiese el respaldo unánime a su política por parte del comité federal socialista, el pasado sábado.
Frente a ese proyecto del Ejecutivo "para mejorar lo posible la situación de España" se situaría, dijo Velasco, la proposición que el jueves llevará el PP a la Cámara andaluza, en la que se exige el rechazo a la subida de impuestos y pide a la Junta una nueva política fiscal. Para el dirigente del PSOE-A, esa posición del PP es "demagógica" y "mezquina", pues sólo busca "arañar un puñado de votos". "Que se dejen de cinismo y de cantos de sirena", reclamó.
El pleno del Parlamento debatirá, además, la iniciativa de los socialistas en la que instan a congelar los salarios de todos los cargos públicos y piden a la Junta que regule las nóminas de los directivos de las empresas públicas. El PP interpelará al Gobierno sobre la política de retribuciones y prepara una enmienda a la propuesta del PSOE para que se concrete a qué empresas públicas se les aplicará el tijeretazo, un recorte que, según el PP, no debe realizarse en función del tipo de sociedad. El secretario general de los populares, Antonio Sanz, explicó ayer que pedirán que se incluya a los cargos de confianza para que la Junta "no haga trampa".
El PP -insistió Sanz- mantiene la propuesta que lanzó su líder, Javier Arenas, para que ningún cargo público gane más que el presidente Griñán (81.000 euros). Ese tope debe afectar también a las nóminas municipales. El presidente de la Federación de Municipios y Provincias, Francisco Toscano (PSOE) advirtió de que el escenario para que los grandes partidos pacten esa premisa debe ser la FAMP. Ayer socialistas y populares coincidieron en que el acuerdo surja de este organismo. "La FAMP sería un buen escenario para regular estas retribuciones", dijo Velasco. El número dos de los populares señaló que si ese es el ámbito elegido, el PP estará "absolutamente de acuerdo". No obstante, consideró imprescindible que a ese pacto le preceda un gran consenso en la Cámara. "Un acuerdo en el Parlamento nunca será inútil", aseguró.
La voluntad de los grandes partidos es manifiesta, pero una cosa es la disposición y otra distinta es la puesta en práctica. El PSOE desconfía de que el PP cumpla el hipotético acuerdo porque, según Velasco, "Arenas manda poco entre sus alcaldes". Los populares garantizan que sus regidores seguirán el mandato. Atrás queda el desmarque del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre. El domingo aplaudió que los munícipes se aprieten el cinturón.