Cultura

Los grandes se unen para dar ayuda al genial Niño Miguel

El Palacio de los Deportes de Huelva albergará mañana sábado un gran homenaje al guitarrista Niño Miguel. Estarán Carmen Linares, José Mercé, Manolo Sanlúcar y Eva Yerbabuena.

el 05 nov 2009 / 21:32 h.

El Niño Miguel fue un genio de la guitarra, pero la vida, por circunstancias muy personales y poco agradables de contar, le ha llevado por un camino que le condujo a la mendicidad. Lleva años malviviendo, aunque la guitarra no se le va de la cabeza.

En Sevilla le escuchamos tocar hará cuatro años, con una guitarra prestada, y aquello fue maravilloso. Sin lugar a dudas, es un genio de la guitarra y pudo llegar más lejos de no haber acabado con la cabeza llena de pájaros y toreando su mala suerte en las calles.

Durante muchos años el Niño Miguel fue la referencia de muchos jóvenes guitarristas andaluces, aun cuando ya se había iniciado la revolución de Paco de Lucía y Manolo Sanlúcar. Estamos refiriéndonos a los años 70 del pasado siglo.

Guitarristas como Manolo Franco, Rafael Riqueni o Quique Paredes, sevillanos los tres, o su sobrino Tomatito, se referían a él como a un maestro, siendo el Niño Miguel casi un niño.

Nació en Huelva en el año 1952 y con sus primeros discos, La guitarra del Niño Miguel y Diferente, era ya un genio al que seguir. Recordamos todavía su Vals flamenco sonando en las emisoras de radio y en las plazas de los pueblos y las ciudades como pieza de entrenamiento para multitud de jóvenes sonanteros.

Miguel Vega de la Cruz, el Niño Miguel, hijo de Miguel el Tomate y tío de Tomatito, recibirá la noche del sábado un beneficio, como se decía antes, en el que van a tomar parte figuras como las ya nombradas en el primer párrafo de este artículo, además de El Pele, Estrella Morente, Pepe de Lucía, Pepe Habichuela, Tomatito, Juan Carlos Romero, José Luis Rodríguez y Miguel Ángel Cortés.

Los homenajes benéficos han decaído mucho, gracias, en parte, al auge del flamenco y al dinero que hoy ganan nuestros artistas. En otros tiempos eran muy frecuentes, sobre todo en el siglo XIX.

La experiencia que tenemos, en estos tiempos, de los beneficios a artistas flamencos, es muy negativa. Recordemos el que se le quiso hacer a Eugenio Carrasco El Perlo en Sevilla, suspendido por falta de público. Lamentable.

Ojalá no ocurra lo mismo con el del Niño Miguel porque el genio está muy necesitado de ayuda y en el homenaje van a tomar parte figuras de un gran tirón para la taquilla. Los precios de las entradas oscilan entre los 12 y los 18 euros, económicos si tenemos en cuenta no sólo la calidad del cartel, sino la causa: ayudar a un artista entrañable del que tanto disfrutamos hace tres décadas, cuando era capaz de meterle las cabras en el corral al mismísimo Paco de Lucía.

Y del que seguimos disfrutando, porque sus discos son una verdadera joya andaluza, la exigua obra musical de un superdotado al que mañana debemos echar un cable.

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