La provincia de Sevilla quedó al margen del descenso generalizado del paro en España experimentado en el segundo trimestre del año, que tradicionalmente suele traer buenas nuevas para el mercado laboral, en especial por los preparativos en los servicios para encarar la temporada turística veraniega. En concreto, la Encuesta de Población Activa (EPA) revelaba ayer que estaban sin trabajar 2.700 sevillanos más que en el trimestre anterior (0,87%), hasta los 310.200, el 33,29 por ciento de su población activa. Y se superó no sólo esta barrera psicológica de los 310.000 parados, sino también las 100.000 familias donde todos sus miembros estaban sin ocupación alguna: 102.700. Eso sí, habría que resaltar como positivo que, aunque subió el paro, se frenó la destrucción de empleo esta última sucede cuando, además de aumentar el desempleo, la ocupación baja porque el mercado de trabajo es incapaz siquiera de absorber el crecimiento trimestral de la población activa, aquélla en edad y disposición para trabajar. La estadística muestra que la creación para el conjunto de abril, mayo y junio del ejercicio en curso fue nula. Cero. Los 2.700 nuevos activos 931.700 en total pasarían directamente a engrosar las sacas del paro. La traducción: al compararse con el trimestre precedente, no se generó empleo, pero tampoco se destruyó. La sangría laboral, pues, se frenó. Las cosas se ven muy distintas en el análisis interanual, es decir, cotejando el segundo trimestre de 2013 con idéntico del año pasado. En el último año, fueron 21.500 los sevillanos más sin ocupación un 7,44 por ciento de aumento y los ocupados descendieron en 22.900 un 3,55 por ciento, mientras que los activos disminuyeron en 1.400 un 0,15 por ciento. Por tanto, en la perspectiva del año completo, la economía provincial aún seguiría destruyendo empleo. La industria (el 8,57 por ciento) y los servicios (1,13 por ciento) fueron los sectores económicos donde más bajó el paro en Sevilla según la metodología EPA se trata de una encuesta, homologada por la Unión Europea, no de un registro como el del antiguo INEM. En cambio, la agricultura agregó un 5,26 por ciento en el segundo trimestre respecto al primero, mientras que un 7,87 por ciento lo hizo el ladrillo. Si echamos la vista al mismo trimestre de 2012, fue también la industria la que más rebajó el desempleo (-20,66 por ciento) y le siguió la agricultura (-7,80), frente a las escaladas de la construcción (3,48) y los servicios (14,86). Los vaivenes respecto a la comparación intertrimestral segundo trimestre sobre el primero obedecen tanto a las campañas agrícolas por ejemplo, la del melocotón, que ejerce un gran efecto de arrastre en el mercado de trabajo provincial, finaliza a principios de junio, además de que 2013 se sacudió la sequía del pasado año como a los calendarios festivos. En cualquier caso, lo que sí está claro es que hay un repunte industrial y un desplome de los servicios, en los que entran desde el comercio hasta los trabajadores de las administraciones públicas despedidos o que se quedan sin las interinidades por los recortes en los presupuestos. De hecho, según el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, que desglosa para esta región los resultados de la encuesta, en la provincia 150.900 de sus 621.500 ocupados el 24,27 por ciento del total desempeñaban servicios públicos. Un año atrás, eran 161.900, de manera que aflora un descenso anual de 11.000, equivalentes a una disminución del 6,79 por ciento. No obstante, respecto al primer trimestre de este año el segundo no muestra variación alguna. Y un dato más antes de pasar a las secuelas del drama del paro: los activos que en el segundo trimestre buscaban su primer puesto los jóvenes que alcanzan la edad para trabajar, pero también los que declaran incorporarse al mercado laboral ascendían a 169.700, siendo una cifra estancada respecto al periodo enero-marzo de este año, si bien aumentó el 9,34 por ciento interanual. Hogares // La EPA también ofrece datos de la incidencia del desempleo entre los hogares. Así, 102.700 en Sevilla tenían a todos sus miembros en el paro, frente a los 97.300 que así lo declaraban en el trimestre precedente se tienen en cuenta sólo las familias que poseen al menos a un activo en casa. Hace un año, eran 95.200, según se desprende al cotejar las series históricas del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía. Teniendo en cuenta que en la provincia hay 528.600 hogares con al menos un integrante en edad y ganas de trabajar, aquellos donde todos están sin empleo representan el 20,37 por ciento. Por tanto, uno de cada cinco. Pero el drama es aún mayor al contabilizar el número que mezcla desempleados y ocupados: 132.700 (en el trimestre anterior eran 134.800 y 121.200 en el mismo periodo del año pasado). Por tanto, la negrura laboral se extiende al 25,1 por ciento del total de las familias sevillanas una de cada cuatro.