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Los hombres de confianza de Julio Velázquez

Miguel Ángel Baltanás (27 años) era internacional pero se retiró a los 18 años tras una gravísima lesión. Luis Arnau (32) también es especialista en trabajo con la cantera además de preparador físico.

el 21 jun 2014 / 23:14 h.

Miguel Ángel Baltanás (derecha), sentado junto a Julio Velázquez en el banquillo del Murcia. Miguel Ángel Baltanás (derecha), sentado junto a Julio Velázquez en el banquillo del Murcia. El Betis comenzará a preparar dentro de tres semanas la dura temporada que se le avecina en Segunda División. El encargado de comandar la nave es Julio Velázquez. Poco hay que no se haya dicho ya del nuevo técnico verdiblanco, presentado el pasado miércoles en un acto en el que dejó claro que su prioridad será imprimir «normalidad y naturalidad» a una campaña traumática ya por sí misma con el fin de alejar situaciones de ansiedad. «No se trata de subir en septiembre, octubre o noviembre», proclamó. En esa compleja misión, no sólo por la dificultad deportiva sino por todo lo que rodea Heliópolis, el míster salmantino de nacimiento y vallisoletano de adopción contará con la ayuda de sus dos colaboradores más directos, ambos elegidos por él. Por un lado, Miguel Ángel Baltanás, que hará las veces de segundo entrenador. Por otro, Luis Arnau, que será el preparador físico. Al primero lo conoce desde que entró en la estructura técnica del Valladolid y al segundo, desde su etapa en el Villarreal. Ambos son igual o más jóvenes que Velázquez (32 años):Baltanás tiene 27 y Arnau cumplió ayer 32 La historia de Baltanás es la más llamativa. Natural de Dueñas de Palencia, se formó en los escalafones inferiores del Valladolid y apuntaba maneras de muy buen central. De hecho, era internacional sub 18. Todo se le vino abajo el 27 de febrero de 2005, dos días después de cumplir la mayoría de edad. En un partido contra el Atlético Perines trató de evitar un gol sobre la misma línea y chocó con el poste. El resultado: fractura de tibia y peroné en la pierna derecha. La lesión era recuperable, pero se torció de manera irreversible. Baltanás sufría el síndrome compartimental, una complicación que básicamente consiste en una atrofia muscular de máxima gravedad. El chaval fue operado varias veces e incluso acudió al prestigioso doctor Cugat, pero no se recuperó y en 2008 no tuvo más remedio que renunciar a su sueño de ser futbolista. Sólo tenía 21 años. Luis Arnau posa en las instalaciones del Villarreal, donde trabajó varios años. Luis Arnau posa en las instalaciones del Villarreal, donde trabajó varios años. Nada más retirarse de esa manera tan prematura y tan triste, Baltanás emprendió su actual carrera: los banquillos. Al igual que Velázquez, que había llegado a Pucela para dirigir el juvenil A, se convirtió en uno de los técnicos más jóvenes de la cantera blanquivioleta y del fútbol español en general. Ambos coincidieron entonces. Velázquez fue nombrado responsable del Valladolid B en febrero de 2010 porque Onésimo ascendió al primer equipo y se llevó a Baltanás con él. Entre ambos surgió una gran conexión y llevaron al filial a las eliminatorias de ascenso a Segunda B. No pudieron rematar la faena, pero la amistad ya no admitía marcha atrás y Velázquez, en cuanto fue fichado por el Murcia y tuvo poder para elegir su cuerpo técnico, recurrió a él. También se llevó a la Nueva Condomina a Luis Arnau. Castellonense de Nules, se licenció en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad de Valencia y se diplomó en Magisterio de Educación Física por la Universidad Jaime I. Con 19 años ya trabajaba en los escalafones inferiores del Villarreal y con 23 se convirtió en coordinador del fútbol base, cargo que compatibilizó con el de segundo entrenador en el Villarreal C. Como jefe de la cantera sucedió a Juan Carlos Garrido, entonces ascendido al filial amarillo. Durante su mandato, Arnau promocionó a hombres como Jonathan Pereira, Arzo, Héctor Font o Verza. Su filosofía era que un canterano debe debutar como profesional en cuanto demuestre aptitudes. Tras esta etapa técnica, Arnau empezó en 2008 a profundizar en su actual tarea, la preparación física, primero con Manuel Pellegrini y luego con Ernesto Valverde, en ambos casos como recuperador. Devuelto al filial, fue allí donde conoció a Velázquez, reclutado para heredar el puesto de José Francisco Molina. La sintonía también fue mutua y entre ambos evitaron el descenso del Villarreal B a Segunda. Cuando el salmantino cogió el primer equipo, Arnau lo acompañó. Cuando fue destituido, también. Y cuando se marchó al Murcia, lo mismo. Destacan de Arnau que le encanta basar el ejercicio físico en el balón, en línea con la filosofía futbolística que condujo al Villarreal a la élite del balompié español.

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