Los 16 esqueletos humanos descubiertos en una de las laderas del dolmen de Montelirio, en Castilleja de Guzmán, podrían corresponder a las concubinas de un jefe tribal de alta jerarquía, por los trajes rituales y el ámbar hallados, según la hipótesis que baraja el equipo que dirige Álvaro Fernández.
A la espera de que el dolmen sea excavado en su totalidad y se completen los análisis de los restos, se trata de una hipótesis "curiosa y sugerente" que defiende el profesor de la Universidad de Sevilla José Luis Escacena, dado que corresponderían a mujeres de entre 20 y, "como mucho", 30 años de edad, siempre "jóvenes en todos los casos", informó Fernández.
Las excavaciones iniciadas el 6 de mayo de 2007, que descubrieron además de los 16 cuerpos 4.000 cuentas de collar y otros restos de ajuar, hacen pensar que "puede haber otras inhumaciones" en el túmulo, mientras que estos cadáveres, actualmente sometidos a la prueba del carbono 14, podrían haber correspondido a "una especie de harén" de un jefe tribal de la alta aristocracia, toda vez que los enterramientos se datan inicialmente entre 2500 y 2300 antes de Cristo.
Los vestigios de "trajes rituales" tanto de cuerpo entero como a modo de "pequeño cinturón" para la cadera apoyan esta hipótesis reforzada además tras "contrastar" estos restos con los de otros dólmenes que también pueblan el norte de la comarca del Aljarafe, afirma Fernández.
Esta hipótesis cobra fuerza a la espera de que los arqueólogos obtengan los resultados definitivos de las pruebas del carbono 14 y los análisis antropológicos derivados del estudio de los restos óseos, toda vez que aún no hay nada claro acerca de la causa de la muerte de las 16 mujeres, y que un fallecimiento "ritual" podría confirmar la tesis.
La esperanza que albergan los arqueólogos es el hallazgo de los restos mortales del jefe o jerarca al que hubieran estado vinculados los cadáveres de estas 16 mujeres, aunque para ello propondrán a la Consejería de Cultura un nuevo proyecto para ampliar las excavaciones.