Los indignados del Movimiento 15-M trasladaron ayer sus protestas a las puertas de los ayuntamientos para hacer oír su voz en la toma de posesión de los nuevos alcaldes . Hubo movilizaciones en prácticamente la totalidad de las capitales españolas.
Las situaciones más violentas se vivieron en Palma de Mallorca, Burgos, Vitoria y Salamanca. En Palma de Mallorca tres manifestantes fueron detenidos tras haberse encaramado por unas vallas y haber subido hasta el balcón del Ayuntamiento de Palma, donde, al llegar hasta éste, comenzaron a saludar al resto de personas pertenecientes al Movimiento 15-M que se habían concentrado en la Plaza de Cort, como respuesta al traspaso de poderes que se había producido hace sólo unas horas en el consistorio palmesano.
Los indignados de Burgos persiguieron por las calles del centro de la ciudad bajo gritos de "chorizos" al exalcalde de la ciudad, Juan Carlos Aparicio, y a la subdelegada del Gobierno en Burgos, Berta Tricio, entre otras autoridades, a la salida de la sesión plenaria del Consistorio. Por estos hechos la Policía Nacional arrestó a dos jóvenes.
En Vitoria también se vivieron momentos de tensión. Dos varones de 18 y 19 años fueron detenidos después de intentar agredir a los agentes de la Ertzaintza en las inmediaciones de Plaza de España. Asimismo, otras tres personas fueron imputadas por insultar a los agentes, según informó el departamento vasco de Interior. Los dos jóvenes habrían proferido insultos a los políticos presentes minutos después de que los miembros del Movimiento 15-M hubieran finalizado una manifestación en la Plaza de la Virgen Blanca con motivo de la investidura del equipo municipal vitoriano.
Otra ciudad en la que las protestas del Movimiento 15-M se complicaron fue en Salamanca, donde varios jóvenes resultaron heridos al enfrentarse con la Policía cuando un grupo de unas 15 personas se "encontró" con el alcalde saliente del municipio, Julián Lanzarote.
En Castellón efectivos de la Policía Local y Nacional desalojaron a la fuerza a un grupo de indignados que se había tumbado en la puerta del parking del Ayuntamiento para esperar la salida de las autoridades, intervención en la que se produjeron algunos empujones y forcejeos. Estos incidentes se produjeron también tras la constitución del nuevo Ayuntamiento.
Por último, en Madrid se vivieron momentos de gran tensión cuando más de medio centenar de antidisturbios trató de disolver una sentada en la calle Sacramento, con la que se pretendía impedir la salida de los coches oficiales de los miembros de la Corporación madrileña, entre los que se encontraba el del alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, una vez finalizado el pleno de constitución municipal en la Casa de la Villa.
Posteriormente, se trasladaron a la plaza de Cibeles, causando gran número de problemas en la circulación por el centro de la capital, con atascos hasta la plaza del Callao por las calles Alcalá y Gran Vía.
