Los talibanes afganos llamaron ayer al boicot violento de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Afganistán que se celebrarán el próximo 7 de noviembre. En un comunicado enviado por correo electrónico a los medios de comunicación, los talibanes pidieron al pueblo afgano "no participar en este proceso dirigido por los norteamericanos y los extranjeros".
"Todos los muyahidines deberían movilizarse concienzudamente para hacer fracasar este proceso, y lanzar ataques contra los centros del enemigo e impedir que el pueblo vaya a las urnas", dijeron los talibanes. En el comunicado, los insurgentes advirtieron de que quienes "resulten heridos por los muyahidines" por participar en los comicios, tendrán "su propia responsabilidad".
Los insurgentes lanzaron una campaña de atentados e intimidación a los votantes con ocasión de la primera ronda electoral, celebrada el pasado 20 de agosto. La campaña para la segunda ronda, que enfrenta al actual presidente, Hamid Karzai, con el ex ministro de Exteriores Abdulá Abdulá, comenzó ayer.
Mueren niños. Por otra parte, las fuerzas estadounidenses mataron ayer a tiros a cuatro civiles afganos, incluidos un niño y dos mujeres, al abrir fuego contra un coche en la ciudad de Kandahar, según informó la Policía. El otro fallecido es un hombre que también se encontraba en el vehículo civil contra el cual abrió fuego un convoy del Ejército de Estados Unidos, indicó a Reuters Shah Agha, de la Policía de Kandahar, según informó ayer la web del periódico El País.
Una portavoz de la OTAN en Afganistán no pudo confirmar la nacionalidad de los soldados implicados en el ataque, ni si entre las víctimas de la intervención militar había niños.
