Cofradías

Los Javieres tendrá la primera hermana mayor de la Semana Santa

Maruja Vilches asume el cargo en funciones tras dimitir Jesús Gutiérrez por motivos de salud.

el 11 ene 2012 / 22:49 h.

Vilches, ante el paso de palio de su hermandad.

El destino de Maruja Vilches es ser pionera en la Semana Santa sevillana. En 1985, junto a otras cuatro mujeres, fue una de las primeras cinco nazarenas en hacer la estación de penitencia con su hermandad de toda la vida, Los Javieres, antes incluso de que se aprobaran nuevas reglas para dar cabida a las mujeres, aunque tras obtener el permiso del entonces arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo. Hace dos años y medio se convirtió en la primera teniente de hermano mayor de una hermandad de penitencia, en la Junta de Gobierno liderada por Jesús Gutiérrez. Y la dimisión de éste el martes por su delicado estado de salud acaba de convertirla en la primera hermana mayor de la Semana Santa de Sevilla. Aunque Vilches ya actuó como tal el año pasado cuando la enfermedad de Gutiérrez le impidió estar al pie del cañón el Martes Santo. Su decisión de abrir las puertas de la parroquia de Omnium Sanctorum pese a la clara amenaza de lluvia resultó muy controvertida y el chaparrón que cayó con la Cruz de Guía bajo el dintel le hicieron dar marcha atrás.

Pero Vilches resta importancia a eso de ser pionera y lamenta asumir el cargo en estas circunstancias. "Me gustaría que mi hermano mayor no hubiera tenido que dimitir por motivos de salud y solo espero dar lo mejor de mí misma", explicó. Gutiérrez anunció su dimisión el martes en un Cabildo de Oficiales en el que también pasó el testigo de manera provisional a Vilches. Ahora, el Arzobispado tiene que aceptar la dimisión y dar el visto bueno al relevo, aunque debido a los motivos de Gutiérrez se trata de un mero trámite.

La cercanía de la Cuaresma, que requiere la preparación de los cultos, y con las hermandades inmersas ya en los preparativos para la Semana Santa de 2012 ha hecho que la corporación no se plantee convocar elecciones hasta después. Eso sí, "elecciones habrá", asegura Vilches tajante. Más escurridiza se muestra a la hora de decir si concurrirá a las mismas. "No lo sé todavía".

De momento, su preocupación es "coger un poco las riendas de la hermandad", aunque mantendrá el mismo equipo. "Somos una Junta de Gobierno muy compacta, estamos todos muy unidos, somos compañeros y además amigos". Y su deseo es que esta Semana Santa haga "buen tiempo" y no tenga que enfrentarse a una decisión como la del año pasado, que reconoce equivocada. "Me gustaría acertar siempre pero soy humana y espero que me perdonen los errores", dice. Las críticas que recibió el año pasado se las toma con filosofía y no cree que fueran más duras por ser mujer. "Esas cosas me estimulan, aprendo mucho más del error y la crítica porque hay que ser humilde", afirma.

Para Vilches, Los Javieres es una parte fundamental de su vida. Su marido fue uno de los fundadores de la hermandad y hermano mayor durante dos mandatos, y tanto ella como sus hijos han salido muchos años como nazarenos. En su caso, su primera estación de penitencia fue anónima. Nadie supo que con Los Javieres salieron mujeres en 1985 salvo el Arzobispo y la Junta de Gobierno. En la Catedral no había ni servicios femeninos.

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