Cultura

"Los judíos no me matarán, pero muchos deben esconder mi libro"

Shalom Auslander presentó sus ‘Lamentaciones de un prepucio’ invitado por Tres Culturas.

el 21 may 2011 / 21:28 h.

Shalom Auslander, un escritor iconoclasta que encandiló al público de la Feria del Libro.

Shalom Auslander (Monsey, EE.UU, 1970) se crió en el seno de una comunidad judía ortodoxa, y fue educado en el temor a Dios y la más estricta disciplina. Años después, cuando nació su primer hijo, surgieron las preguntas que le llevaron a tomar el camino del laicismo. Un difícil proceso que quedó plasmado en el libro que le ha dado celebridad internacional, Lamentaciones de un prepucio (Blackie Books), donde mantiene un hilarante, irreverentísimo diálogo con esa divinidad despótica y cruel.

"No me gustaba ninguno de los rituales, odiaba el Shabbat, los festivos, los odiaba a todos por igual. Supe que tenía que alejarme de todo eso", recuerda el escritor, que ayer visitó la Feria del Libro invitado por la Fundación Tres Culturas . "Al final, me casé con una mujer que es judía pero no religiosa. A ella le educaron en el amor a las tradiciones, de manera que éstas vuelven a colarse en mi vida. Observamos ciertos festivos, pero tenemos un acuerdo: encendemos las velas en Hanuka, pero no decimos la puta bendición. [Risas]. A Dios no se le menciona ¿vale? pero si te gustan las velas vale, puedo encender velas... Y para los críos, es bonito ver la expectación con la que miran cada año esas cosas. Pero sólo porque se divierten. No porque Dios los matará si no lo hacen".

Las reacciones de la comunidad ante su libro no se hicieron esperar. "He estado en lecturas donde la gente se ha enfadado conmigo y me ha dicho: estás reflejando mal nuestra religión, dices malas cosas de ella", explica. "Y yo respondo siempre: simplemente cuento lo que me ha dicho el rabino. Si te cabreas, ve a casa del rabino Goburg, llama a la puerta y dile que se vaya callando. Yo sólo soy el testigo", asevera.

Finalmente, Auslander comenta su idea de por qué su provocador libro no ha sido prohibido en Israel. "Hace 50 años tal vez me habrían prohibido. Pero los judíos se han vuelto listos y se han dado cuenta de que, si amenazas con matar a alguien o prohíbes el libro, ese libro se convierte en el más vendido del mundo. Ahora son suficientemente listos como para no decir que me van a matar. Pero a nivel personal, mucha gente me ha dicho en confianza que tienen que esconder el libro bajo el colchón. Y una de las cosas que más me gustan es que mucha gente en América y en Europa viene para pedirme que firme el libro "para el Rabino Tal", como regalos cabreados [risas]. Es como decir: ‘¿Puedes dedicar este libro al Padre O'Reilly? Es el tipo que me violó cuando tenía seis años'", ironiza.

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