Comienza como un inocente pasatiempo en el que se pasan el día en facebook dando de comer a los animalitos de una granja (FarmVille) o rellenando un puzzle con atractivos gráficos (Candy Crush). Que no haya dinero de por medio en algunos juegos para saltar de nivel a partir de un determinado punto sí hay que pagar una pequeña cantidad no significa que no genere adicción, entendiendo por tal una conducta compulsiva en la que se aparca la rutina diaria, las obligaciones e incluso otras formas de ocio por jugar a ellos y, por tanto, suponen un dominio de éstos por encima de la voluntad. La Asociación sevillana de Jugadores de Azar Rehabilitados (Asejer) alerta de que este tipo de juegos difundidos por las redes sociales se convierten en una vía de acceso para la adicción entre los más jóvenes, incluidos menores, a la que es preciso prestar atención. El juego on line está rebajando la edad a la que comienzan a aparecer los problemas de ludopatía. Y si entre los menores, que en principio tienen prohibido jugar a otro tipo de juegos con dinero, la adicción comienza con este tipo de entretenimientos, a partir de la mayoría de edad las apuestas deportivas y el póquer se convierten en los reyes.
En Asejer siguen actualmente tratamiento 350 sevillanos, con una media de edad de 35 años porque cuando se pide ayuda, la ludopatía lleva años siendo un problema. De ellos, nueve casos son por adicciones exclusivamente a juegos on line, una cifra que según el presidente de Asejer, Gonzalo Cadillá, va en aumento. Además, en otros casos la adicción combina juegos tradicionales como las tragaperras o el bingo con las nuevas modalidades por internet. Según los datos hechos públicos por la Consejería de Salud esta semana con motivo del Día Mundial sin Juegos de Azar celebrado el pasado martes, en Andalucía 1,6 millones de personas juegan a diversos entretenimientos por internet, aunque obviemente no en todos los casos se puede hablar de juego patológico como tampoco ocurre en el juego tradicional.
El presidente de Asejer tiene claro que las facilidades y la difusión que ofrece internet suponen un problema y está rebajando la edad de las adicciones. Los entretenimientos difundidos en las redes sociales están enfocados a los menores e incluso se anuncian como muy adictivos y las apuestas deportivas están enganchando a muchos jóvenes porque aparece en las camisetas de los deportistas y se puede apostar por todo y hasta el último momento, no solo quién va a ganar sino quién va a meter el primer gol.... No son los únicos, el póquer on line es, tras las apuestas deportivas, el juego por internet más seguido. Y en internet también es posible encontrar nuevas versiones de las tradicionales tragaperras y el bingo.
En Andalucía hay actualmente 2.527 pacientes en tratamiento por adicción a juegos de azar a través de las asociaciones y de la red asistencial de centros de tratamiento ambulatorio especializados en este tipo de adicciones. El 70,36% tienen una dependencia a las tragaperras, un 6,69% al bino y un 5,16% al casino (el 69% es adicto a varios juegos). El 29,49% juega a diario y el 36,57% varias veces a la semana. En lo que va de año, en la red de centros de tratamiento ambulatorio han entrado 596 pacientes nuevos por adicción al juego y 261 personas con otro tipo de adicciones como internet (31,91%) y compras compulsivas (29,79%).
Hace un año, el Gobierno reguló el juego on line, especialmente para evitar el acceso a éste de los menores y ludópatas inscritos en el registro de autoprohibidos (personas que se apuntan voluntaramiente a una lista para que les impidan acceder a casinos, bingos o salas de juego). También se instauró la necesidad de contar con una licencia como los establecimientos tradicionales para poder operar y la obligación de tributar. Con todo, Cadillá considera que la ley de momento aporta poco. Burlar los controles para acceder al juego on line siendo menor es fácil si la tarjeta de crédito está a nombre de otra persona. Y en el caso de los jugadores autoprohibidos, la censura llega a posteriori, a la hora de cobrar el premio.
