Tras el partido del pasado domingo en el Nuevo Los Cármenes de Granada se vivió una curiosa escena protagonizada por un aficionado sevillista que saltó al campo con la intención de hacerse con una camiseta de los jugadores. Dicho aficionado fue retenido por un empleado de la seguridad privada. Cuando los jugadores nervionenses -Alberto Moreno, Rakitic, Cala, Coke y Bacca, entre otros- se dieron cuenta, se dirigieron a los miembros de seguridad para mediar y pedirles que dejaran marchar al aficionado. La normativa prohíbe el acceso al césped de cualquier persona no autorizada, pero la mediación en este caso de los jugadores del Sevilla hizo que todo quedase en una anécdota.