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Los leones ya no rugen como en épocas pasadas

El conjunto vasco entrenado por el sevillano Caparrós parece abocado una vez más a sufrir. Una dinámica la de los últimos años la de verse continuamente amenazado por el descenso. La zona baja de la tabla ya se sabe lo que tiene, se está expuesto a sufrir un disgusto.

el 14 sep 2009 / 22:34 h.

El conjunto vasco entrenado por el sevillano Caparrós parece abocado una vez más a sufrir. Una dinámica la de los últimos años la de verse continuamente amenazado por el descenso. La zona baja de la tabla ya se sabe lo que tiene, se está expuesto a sufrir un disgusto.

El Athletic Club de Bilbao es, junto al Barcelona y al Madrid, uno de los clubes que ha disputado todas y cada una de las temporadas en Primera. Bien representativa es la filosofía de la institución, en la que únicamente pueden vestir su elástica los jugadores que hayan nacido o bien se hayan formado en las llamadas provincias vascas (País Vasco, Navarra y País Vasco Francés).

Ubicado en el puesto decimoséptimo a tan solo un punto del descenso, sabe que ganando y pinchando, lógicamente, los demás, podría empezar poco a poco a escalar en la clasificación. La diferencia de puntos existente entre el Athletic en el puesto decimoséptimo y el Murcia en el noveno es de tres únicamente. Precisamente el Sevilla está octavo en la tabla. A los vascos les falta acierto de cara a gol porque ocasiones crean bastantes. En el último partido frente al Racing, Caparrós llegó a decir que se le había quedado "cara de gilipollas" porque su equipo volvía a desperdiciar nuevamente una oportunidad inmejorable de darse oxígeno. Ha marcado muy pocos tantos, 16, a los que, para colmo, les ha sacado muy poca rentabilidad, dejándose en el camino puntos que parecían ganados. Acumula cuatro jornadas sin conocer la victoria, la última en la jornada 14 a domicilio ante el Valencia por 0-3.

Sólo ha sido capaz de arañar 2 de los últimos 12 puntos o 6 de los últimos 21, como se prefiera. La falta de éstos en terreno propio ha convertido San Mamés en un fácil escenario para los rivales. La Catedral ha pasado del fortín de otras épocas a ser un castillo de naipes, que cualquiera es capaz de derribar de un plumazo. En su feudo la renta del equipo es sencillamente paupérrima a todas luces, sólo 9 puntos de 27 posibles, y una única victoria, la conseguida en la jornada 11 frente al Recreativo.

El esquema táctico de los vascos sobre el césped es un 4-2-3-1. En lo relativo a los hombres que serán de la partida, todo parece indicar que tanto el guardameta Iraizoz como el central Ocio, ex sevillista, lo serán tras superar sendas lesiones. Etxeberria no las tiene todas consigo, por lo que el flanco izquierdo sería cosa de Susaeta. Orbaiz y Yeste podrían ser el doble pivote, mientras David López, que ha jugado todos los partidos, volverá a la banda derecha. En punta, Aduriz será la referencia de los leones.

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