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«Los letrados informamos en Derecho y el político al final es el que decide»

«Es una cuestión de contención». La coordinadora del gabinete jurídico de la Junta desvela los ingredientes de la receta con la que conseguir 20 años de trabajo en el cuerpo: ética, principios sólidos y, sobre todo, muchas dosis de «profesionalidad».

el 02 abr 2011 / 17:49 h.

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Carmen Carretero atesora 20 años de experiencia en el cuerpo de letrados de la Junta.

"¿Si yo fuera su abogada le gustaría que hablara sobre su caso?". Pues así de contundente, hermética y "profesional" se muestra la coordinadora del gabinete de letrados de la Junta. ¿Expedientes de regulación? ¿Guadalquivir? La boca de Carmen Carretero Espinosa de los Monteros (Sevilla, 1965) está sellada. En sus ratos libres le gusta practicar tenis. Será por eso que sabe sacarse de encima las preguntas más comprometidas.

-La saturación de la Justicia va a más y no parece que se solucione con nuevos órganos judiciales. ¿Cómo se arregla?

-Es un problema muy complejo en el que se mezclan inercias, no del siglo XX, sino del XIX. Hay una crónica falta de medios, procedimientos complejos y una falta de racionalización de los recursos.

-Salvando las distancias, ¿el gabinete jurídico de la Junta también está saturado?

-Tenemos un complejo sistema de oposiciones por el que, en la convocatoria en la que más aprobaron, fueron siete los nuevos letrados que entraron. Pero todo lo suplimos con trabajo y dedicación.

-¿Cómo afecta al trabajo de un abogado el espectáculo en torno a casos como el de Mari Luz y Marta del Castillo?
-Lo que no es comprensible son los juicios paralelos en los que parece que el Estado de Derecho no vale. Ahí tenemos lo ocurrido con Ana Rosa Quintana: "Nosotros descubrimos la verdad". Me aterroriza. ¿El Estado de Derecho entonces no vale?

-Hay medios donde permanentemente se cuestiona la labor de la Justicia, con ataques a su independencia. ¿Este mensaje puede llegar a calar y hacer que se resquebraje la confianza del ciudadano en el sistema?

-Sí, claro. Una cosa repetida muchas veces puede llegar a convertirse en una verdad. Yo me muevo en este mundo y sé cómo trabaja la mayoría de la gente. Lo hacen con mucha profesionalidad. Una cosa es criticar decisiones de forma razonada y otra criticar a la institución con insultos y sin información.

-¿La judicialización de la política es ya algo extendido?
-Depende...

-¿De qué depende, de cuánto de cerca estén unas elecciones?
-Depende de muchas cosas.

-¿Influye en el trabajo del gabinete la presión mediática?

-Forma parte de nuestro trabajo. Nuestra máxima es la profesionalidad y si nos salimos de ese raíl no tenemos nada que hacer.

-¿Cuánto de verdad jurídica y cuánto de espectáculo hay en polémicas como la de los ERE?

-(Seria) Esa pregunta está demasiado reciente.

-Entonces ni le pregunto si el asunto es el más espinoso en el que han tenido que trabajar...

-Está muy cerca.

-¿Puede un alto funcionario decir con libertad lo que piensa?
-Claro.

-Entonces, ¿por qué no opinar sobre los ERE?
-Somos abogados y estamos obligados a la confidencialidad. Es una cuestión deontológica y profesional. (Se acerca: "¿a ti te gustaría si yo fuera tu abogada?").

-¿Se dejan los políticos aconsejar por los juristas?
-Sí. Los letrados no manifestamos opiniones, informamos en Derecho. Esto es como un barco: hay un capitán y nosotros estamos en la sala de máquinas.

-En 20 años de trabajo, ¿no ha tenido ninguna pelea con un político?

-(Niega con la cabeza) ¿Quién soy yo para decirle que se está equivocando? Soy funcionaria.

-¿Qué piensa cuando escucha que los funcionarios son unos vagos?

-¡Me da mucha pena! Ocho horas de estudio de media para sacarse las oposiciones, horas de trabajo en la oficina y muchas menos de sueño son su día a día. ¿Conciliar? Mis padres han sido mis pies y mis manos.

-¿Cuántas de sus compañeras de la facultad ocupan hoy puestos de responsabilidad?
-Hay muchas jueces y fiscales.

-¿Qué está fallando entonces para que las referencias en la abogacía sean casi siempre hombres y la carrera, femenina?
-No creo que esté fallando nada, es cuestión de tiempo.

-¿Qué opinión le merecen las críticas a la fiscal Segarra o a la expresidenta del Constitucional? ¿Se harían esas críticas si fueran hombres los responsables?

-Creo que se habrían lanzado las mismas críticas. En el caso concreto de María José [fiscal jefe de Sevilla], la conozco desde hace muchos años, cuando hacíamos temas de Menores, y le puedo decir que es una señora estupenda, seria, profesional... Me duele en lo personal. No estoy al tanto de su trabajo cotidiano pero sí sé cuál es su capacidad profesional.

-¿Confía en que alguna mujer dirija el cuerpo de letrados?

-Una no, ¡muchas! (se ríe). ¡Larga vida al cuerpo y al gabinete! Sin duda la habrá, vamos a durar mucho tiempo y vamos a ser muy útiles.

-El cuerpo de letrados ha trabajado siempre con el mismo partido político. Un cambio de signo ni les va ni les viene, ¿no?

-La abogacía del Estado tiene ya más de 100 años y no le ha afectado el tema. Y en otras comunidades autónomas ya se ha vivido un cambio de signo político en el gobierno. Lo importante es ser profesionales.

-¿Y eso no es complicado cuando se trata de políticos?
-¿Por qué?

-Pues porque algunos buscan sortear los criterios técnicos.
-Esto es responsabilidad última del político. El letrado informa en Derecho y la decisión final la toma el político. Esto es como un juicio: cada uno cumple su función.

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