Cultura

Los libreros vuelven a sonreír

No había más que ver las caras en la ceremonia de entrega de los premios anuales de la Asociación Feria del Libro: alegría rayana en el triunfalismo. Los números lo consienten, pero sobre todo el recuerdo de las fatiguitas de las ediciones anteriores, el camino hacia el éxito. Foto: Antonio Acedo.

el 15 sep 2009 / 04:38 h.

No había más que ver las caras en la ceremonia de entrega de los premios anuales de la Asociación Feria del Libro: alegría rayana en el triunfalismo. Los números lo consienten, pero sobre todo el recuerdo de las fatiguitas de las ediciones anteriores, el largo camino hacia el éxito.

Cambios de ubicación, divisiones internas, pesimismo, apoyos insuficientes... La Feria del Libro de Sevilla ha pasado por todo, pero también se ha sobrepuesto a terremotos y marejadas, y ayer su director, Javier López, blandía los números de este año como un argumento inapelable: 40% de incremento de ventas, 270 actividades en doce días, 33.000 visitantes a estas actividades... Desde que en 2003 se replanteó el modelo de Feria, todo ha sido una lenta evolución que ha cristalizado en 2008 de un modo espectacular, colocando a Sevilla como la tercera feria nacional tras Madrid y Barcelona.

Las claves, según López, van del trabajo de consenso dentro del sector a la mejora de la oferta por parte de los libreros, pasando por el apoyo de los patrocinadores -Ayuntamiento y Junta a la cabeza-, la correcta planificación del evento, un enfoque realista para responder a las necesidades reales, la mejora del espacio físico y la actualización a través de la web y el blog oficiales, que han recibido 12.000 visitas estos días.

Peregrinaje. Una de las galardonadas, la bibliotecaria Juana Muñoz Choclán, recordaba ayer el peregrinaje que ha padecido la Feria a lo largo de los años, desde los Jardines de Murillo, el Prado de San Sebastián o la Barqueta hasta el definitivo -según esperan todos- emplazamiento en la Plaza Nueva.

"Una Feria del Libro tiene que estar en el zaguán de la ciudad, en el lugar por donde pasa la gente", convino Juan Eslava Galán, otro de los premiados, quien recordó su llegada a la capital hispalense hace 27 años, para descubrir que "el librero sevillano era un gran profesional, en tanto la Feria era aún pobre, balbuciente", dijo. "He visto a lo largo de todo este tiempo cómo la Feria ha crecido no sólo en número de casetas y en actividades, sino también en la estimación de los autores".

Junto a otros reconocimientos -Biblioteca de San José de la Rinconada, Rafael Guillén, suplemento literario de ABC-, el aplauso más prolongado se lo llevó José María Bernáldez, "un sabio despistado", en las emocionadas palabras de su mujer, Tessa, y de su hija Emilia. El admirado periodista y escritor fue objeto de homenaje tras fallecer el pasado sábado, después de presentar un libro en una Feria que no será lo mismo sin él.

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