La residencia de ancianos de La Caridad de Lebrija sirvió de escenario para el homenaje a Baldomero Cortines Pacheco Don Baldo, el que fuese el principal artífice de que los mayores del pueblo “puedan tener unas instalaciones inmejorables en las que son atendidos como se merecen”, en palabras del equipo de gobierno (PSOE-IU).
El homenaje empezó con una homilía en su honor en la capilla de la residencia de ancianos, ante familiares, amigos y allegados, además de una representación de la fundación Gerón, que la gestiona. Posteriormente, el presidente de la asociación de La Caridad y sobrino del homenajeado, Enrique Vélez, destacó el esfuerzo realizado a lo largo de los años para ver cumplido el deseo de un hombre al que calificó de “piedra angular” para que el geriátrico sea hoy una realidad. “No estaríamos aquí hoy, con 50 asistidos y creando 30 puestos de trabajo, si no fuera por él”, subrayó.
Luego, se descubrió un cuadro con diversas escenas de la vida personal de este licenciado en Ciencias Químicas que murió soltero y legó sus bienes de forma vitalicia –mientras vivieran– a sus 13 sobrinos, aunque con el encargo de que después todo fuera a parar a una fundación con su nombre que asistiera a ancianos y pobres de Lebrija. Finalmente, se consiguió poner de acuerdo a sobrinos y primos para que, en lugar de esperar, el usufructo de la herencia se capitalizara, con el objetivo de que el encargo se hiciera realidad antes.
