Fernando Castán
Gritos, cánticos, flashes fotográficos, pedidos de autógrafos y un 'Viva España' constante por unas 300 personas fue el recibimiento para los deportistas españoles que participaron en los Juegos Olímpicos de Pekín, que llegaron en la tarde de ayer al aeropuerto de Barajas.
La terminal 1 de la estación aérea se vistió de rojo y amarillo para coronar la llegada con un aplauso a los integrantes de las selecciones de plata de baloncesto y hockey hierba, la de bronce de balonmano y los piragüistas de oro Saúl Craviotto y Carlos Pérez.
A estos se sumaron las chicas de plata de la natación sincronizada; los diplomas olímpicos de waterpolo; Iker Martínez y Xabi Fernández, que en la especialidad 49er de vela también sumaron plata; los chicos de oro en Tornado Fernando Echávarri y Antón Paz; y los integrantes del equipo español de atletismo, entre otros.
Todos fueron desfilando por la salida del aeropuerto de Barajas entre un reencuentro con familiares, el cansancio de un viaje agotador y mucha alegría por la satisfacción de representar al país en unos Juegos Olímpicos. Muchos jóvenes y medios de comunicación rodeaban a cada uno de los deportistas nada más pasar la puerta automática de vidrio que marcaba su retorno al país.
Un regreso dulce porque marca la satisfacción del deber cumplido, el punto final para una preparación de cuatro años y para algunos un recuerdo en forma de medalla, que ocupará un lugar especial en el hogar de cada uno.
Es el caso de la estrella del conjunto de basket, Pau Gasol, uno de los más asediados por los aficionados. El catalán se mostró muy contento por la medalla de plata y expresó que necesita vacaciones como "el aire que respira". "Estuvimos muy cerca llevarnos el título ante un equipo que jugó a un grandísimo nivel durante todo el campeonato; y estamos satisfechos de la entrega, del resultado y de las situaciones", sintetizó el jugador de Los Ángeles Lakers.
Gasol se mostró sorprendido por el recibimiento y sostuvo: "Hemos sufrido con el equipo para llegar hasta ahí y, al final, hemos podido tener un resultado muy positivo y acabar con muy buenas sensaciones".
"Creo que la gente también está muy contenta", añadió un Pau que sostuvo respecto al inicio de sus vacaciones: "Por fin, ya que las necesito como el aire que respiro".
Pau también se refirió a las palabras de su compañero Kobe Bryant tras la final olímpica: "Me deseó felicidades por mi actuación, por el partido y por el resultado y que nos vemos en Los Ángeles", resumió el ala-pívot.
"Quiero agradecerles a todos los aficionados y la gente que nos sigue, nos apoya y nos da todo este cariño, y al final merece la pena todo", sostuvo emocionado el catalán de 28 años.
Ante las sensaciones de jugar con su hermano en Pekín, el mayor de los Gasol explicó: "He tenido ocasión de jugar con él dos o tres años en tres campeonatos diferentes y es un orgullo ver a Marc estar tan bien y estar ahí arriba". Ante la consulta de si esta presea de plata es valorada como oro, el jugador que iniciará su octava temporada en la NBA fue categórico: "Es una plata que sabe mejor que la del año pasado en el Europeo, pero una plata es una plata y un oro es un oro".
Aíto, emocionado . El entrenador de la selección española de baloncesto, Aíto García Reneses, resaltó el nivel del baloncesto español y se mostró cauto respecto al futuro: "El baloncesto español está arriba, arriba; no sólo porque sea plata olímpica ni campeona del mundo y subcampeona de Europa, sino porque en todos los torneos internacionales desde hace muchos años está arriba", explicó Aíto.
"Hay alguna selección que consigue un gran éxito en un momento determinado pero luego desaparece, pero España siempre está ahí", se explayó.
En relación a la final olímpica analizó: "Ha sido un partido muy bonito; primero llegar a una final olímpica es muy difícil y luego jugar con Estados Unidos, que es un Estados Unidos mucho mejor que anteriores campeonatos, con posibilidades es para sentirse orgulloso".
Ante la consulta de sus palabras a falta de cuatro minutos cuando España estaba a dos puntos, afirmó que hizo hincapié "solamente en cosas de tipo técnico; alguna vez presionaríamos todo el campo y no todas las veces porque no había tanta desventaja como para presionar siempre".
"Si hubiésemos metido un triple que se ha ido por poco, hubiésemos visto qué hubiese pasado", agregó en potencial el técnico de 61 años.
En relación a su mensaje previo al duelo decisivo ante Estados Unidos y la posibilidad de triunfo, relató: "La verdad que era una posibilidad, ya habíamos hablado por una parte que no había que hacerse demasiadas ilusiones porque si te haces muchas ilusiones de ganar y no puedes, igual te vienes abajo".
"Teníamos estudiadas las dos posibilidades, también la de irse abajo y en un momento determinado salir adelante porque para eso teníamos el ejemplo de Argentina, que el día anterior en el primer cuarto perdía por mucho y luego remontaron; a nosotros nos salió mucho mejor", añadió el entrenador español.
El técnico también fue prudente y prefirió no hablar de la actuación de los árbitros en la final: "Si estás hablando de eso quitas lo que realmente es un éxito; estás llorando porque no nos han pitado los pasos y realmente creo que tenemos que estar sonriendo", zanjó Aíto.
