Según se cita en la sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, para dos de los acusados -que en el momento de los hechos tenían 17 años- el juez impone cinco años de internamiento cerrado seguido de tres de libertad vigilada. Para los otros tres acusados impone sendas medidas de cuatro años de internamiento en régimen cerrado más tres años de libertad vigilada.
Los hechos ocurrieron sobre las dos de la madrugada del 19 de julio de 2009, cuando estos menores abusaron sexualmente de la menor en una zona de playa, cerca del recinto ferial de Isla Cristina durante las fiestas del Carmen. La madre de la niña presentó denuncia sobre lo sucedido ese mismo día por la tarde en el cuartel de la Guardia Civil, indicando que fue en ese lugar donde presuntamente la violaron.
En el fallo se explica que "se consumaron una pluralidad de hechos tipificados como delito de agresión sexual especial por realización de coito vaginal y bucal", a la par que deja claro que la víctima "resulta especialmente vulnerable por razón de su edad, enfermedad y situación".
Otra de las cosas en las que se hace más hincapié es en que los menores hicieron acto de su carácter machista, abordando a la niña entre todos ellos. La sentencia enfatiza la gravedad de lo sucedido, señalando que "no es ninguna chiquillada", sino que la víctima, menor y mentalmente discapacitada, "fue obligada a mantener numerosos contactos sexuales" por un grupo. Además se da "un componente de incipiente grosero machismo" ya que los jóvenes "comparten a la menor como un objeto". En el fallo se indica que la niña "no practicó voluntariamente esas felaciones, sino que cedió al miedo que le inspiraban el mayor número de chicos y la soledad del lugar, que hacía ilusoria cualquier esperanza de ayuda de terceras personas".
De esta manera el juez considera que los contactos sexuales "no sólo se impusieron por intimidación sino utilizando también la fuerza física". En esta misma línea, establece que los hechos constituyeron un delito "grave".
La letrada de la acusación particular, Bárbara Arroyo, mostró su satisfacción por una sentencia -contra la que no cabe recurso- que tildó de "dura" pero "ajustada a derecho", a la par que indicó que "tenía que haber sido así ya en el juzgado". La circunstancia de que los hechos se cometieran con "intimidación ambiental y fuerza física contra la niña", explica Arroyo, llevó a la Audiencia a modificar el delito de "abusos a agresiones sexuales con agravante".
penas más duras. Ese cambio en la naturaleza del delito es la razón por la que el juez endureció las penas cuantitativa y cualitativamente. Por ello a los dos acusados, que tenían 17 años en el momento de los hechos y a los que el Juzgado de Menores impuso cuatro años de internamiento en un centro, ahora se les incrementa la pena hasta los cinco años en régimen cerrado y tres de libertad vigilada. Por su parte, a los otros tres acusados, condenados a dos años de internamiento, se les impone cuatro años en régimen cerrado y otros tres de libertad vigilada.
asesinato en almonte. En otro caso, tres acusados de robar, lesionar, vejar y asesinar a un enfermo mental de 47 años en mayo de 2008, en Almonte (Huelva), negaron ayer los hechos durante la primera jornada del juicio.
Uno de los acusados, J.J.P.D., insistió en que no agredió a la víctima y no sabe quién le quitó la vida. Su testimonio es contradictorio con las declaraciones que hizo ante la Guardia Civil y los juzgados, alegando en ocasiones "coacciones y maltrato" por parte de los agentes y en otras que "no recordaba lo sucedido". El cadáver fue descubierto por su padre en avanzado estado de descomposición. Hoy continúa el juicio.