Lanzaba un llamamiento el todavía candidato popular a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, reclamando a los mercados un margen "de más de media hora" para devolver la confianza y credibilidad sobre España tras el 20-N. Pero ni ese mínimo periodo de gracia ha recibido el vencedor de las elecciones.
Sea porque el mercado ya daba por descontada su victoria en las urnas o porque, como marca la historia, los días de resaca electoral no se caracterizan precisamente por el buen comportamiento de las bolsas, lo cierto es que ayer los parqués de toda Europa -no solo el nacional- saludaron con un frío recibimiento al próximo presidente del Gobierno.
El Íbex 35 cerró la jornada con una caída del 3,48%, hasta los 8.021 enteros, con todos sus valores en rojo. La bolsa abrió la sesión con un ligero descenso del 0,3%, ajeno a la victoria electoral del PP, y perdió los 8.200 puntos a media sesión, aunque logró salvar la cota de los 8.000. El resto de plazas europeas mostró una tendencia similar con retrocesos del 2,3% en Londres, del 3,05% en Fráncfort y del 3,11% en París.
Según los analistas consultados por Europa Press, el resultado electoral ya se había amortizado en los mercados, tal y como demuestra la evolución de la prima de riesgo -mide el diferencial entre los bonos españoles y alemanes-, que se situó en el entorno de los 470 puntos básicos después de haber comenzado en los 445 puntos.
Desde Renta 4 aseguraron que el comportamiento responde más a cuestiones pendientes como las medidas orientadas a la resolución de la crisis de deuda soberana en la Zona Euro.
Asimismo, precisaron que los mercados están a la espera de conocer las medidas concretas del equipo de Mariano Rajoy para el inminente arranque de su etapa de Gobierno, aunque aseguraron que adelantar la investidura y la constitución del nuevo Ejecutivo no tendría un efecto significativo en los mercados.
Por su parte, desde Inversis recordaron que, históricamente, la bolsa solo reacciona ante las elecciones si el resultado supone "cierta sorpresa", como ocurrió en 1996 cuando el PP no logró la mayoría absoluta. No obstante, advirtieron de que podría haber novedades en sectores como el bancario, el eléctrico o incluso el de concesiones, y apuntó a la posibilidad de "riesgos regulatorios" en valores como Red Eléctrica.
El Tesoro volverá a acudir hoy a los mercados para colocar entre 2.000 y 3.000 millones en letras a 3 y 6 meses, primera emisión que servirá para calibrar si el cambio de Ejecutivo aporta algo de tranquilidad, después de que en la última subasta del jueves pasado, se viera obligado a pagar un interés récord del 7,088%, el nivel más alto desde 1997. En el caso de las letras a 3 meses, el organismo no emite con un interés superior al 3% desde 2008. En las letras a 6 meses, no se registran intereses por encima del 4% desde 2007.
ACTUACIÓN YA. Diversos sectores económicos y sociales han empezado a reclamar a Rajoy que cumpla con sus compromisos, como el caso de la organización UPA, que le instó a considerar al sector agrario como estratégico, con un peso "decisivo" y una posición "predominante" en el Consejo de Ministros y en la acción del Ejecutivo popular.
Desde el ámbito patronal, los empresarios andaluces, a través de su presidente, Santiago Herrero, pidieron que el nuevo Gobierno "no tarde ni un minuto" en adoptar medidas laborales y económicas y, aunque Herrero mostró su total disposición al diálogo y al acuerdo, consideró que el Gobierno "no puede permitir que se retrasen las medidas que haya que adoptar, incluso supliendo si es necesario la tendencia al pacto con las decisiones que correspondan".
Por su parte, Cepyme se puso a disposición de Rajoy "para contribuir a identificar las medidas y reformas más urgentes y necesarias, especialmente para pymes y autónomos, así como para generar el clima de confianza imprescindible para su mejor aplicación y desarrollo".
Y desde el sindical, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez le pidieron que "escuche" para buscar una "salida distinta", que no sea la de los recortes.
