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Los mininos bufan a Zoido

Tras el problema de las colonias de gatos en la Cartuja y el encontronazo con los defensores de los animales por un cartel en el que se tildaba a los gatos de plaga, un grupo de ciudadanos ha creado la ‘Brigada Gatuna’ para protegerles.

el 30 ago 2014 / 12:00 h.

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GATOSPrimero fue, hace unos meses, la lucha de una particular en pro de la colonia de gatos de la Gerencia de Urbanismo en la Cartuja. Mal que bien consiguió, tras el impacto mediático que generó, salvar a un buen número de mininos;otros fueron capturados y llevados al Zoosanitario; un «opaco» lugar que, según los grupos defensores de los animales, debería estar gestionado por una protectora. Para demostrar la buena predisposición del consistorio que gobierna el popular Juan IgnacioZoido, hace un par de meses este lanzó una campaña en contra del abandono de animales y en favor de la adopción;pero erraron a ojos de muchos colectivos al deslizar un cartel en el que se alertaba del peligro de alimentar a los animales abandonados; señalando por igual como plagas a perros, gatos y cucarachas. «Es intolerable y un nuevo gesto en la mala dirección de este Ayuntamiento, sin ninguna sensibilidad ni con el medioambiente ni con los seres vivos», opina Inmaculada Rodríguez, profesora en la Universidad Complutense y sevillana al frente de la Brigada Gatuna, un colectivo de ciudadanos «dispuesto a hacer frente a las continuas agresiones que sufren estos animales». Presente en el desalojo de la conocida como perrera de Mairena –«donde los gatos fueron los últimos en salir»– Rodríguez esgrime el dato que sitúa a «Sevilla como la tercera ciudad de Europa en abandonos». «Lo último ha sido ver cómo el Ayuntamiento gasta nuestro dinero en una campaña en el que se les señala como plaga que transmite enfermedades», dice. «Lo que hace falta es un buen plan de adopción, con publicidad e incentivos para fomentarla en lugar de la cría indiscriminada, compra y venta de animales», argumenta. Medio millar de personas ya han mostrado su adhesión a esta brigada felina en las redes sociales. Sus objetivos, además de ayudar en casos concretos; es, directamente, dar la lata, resultar incómodos, para así conseguir que «algún día el Ayuntamiento y la Diputación adjudiquen la gestión de las perreras a protectoras de animales». Mientras, seguirán a pie de calle denunciando y afeando al regidor «cualquier ataque a los animales en la ciudad», con la esperanza de que quienes la gobiernan caigan en la cuenta de que también el trato dado a los animales puede condicionar el voto.

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