El Gobierno ha colocado los Presupuestos Generales del Estado de 2011 como la primera de sus prioridades económicas para el nuevo curso -las cuentas se presentarán dentro de un mes-, y asegura que los ajustes fiscales que puedan incluir no tendrán un impacto relevante.
Así lo remarcó una vez más la vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, que insistió en que de llevarse a cabo "algún pequeño ajuste" en los impuestos no tendría un efecto significativo ni en el techo de gasto ni en la previsión de ingresos, y aseguró que Zapatero y sus ministros económicos no abordaron este tema en la reunión.
Recordó que el techo de gasto supone un reducción del 7,7% en términos globales en comparación con el del año pasado y que las partidas destinadas a los diferentes ministerios se reducirán en un 15% ó 16% de media. De hecho, Salgado aseguró que, al hablar del conjunto de ministerios, el importe global del gasto es sólo "algo superior" al del año 2006.
Según la ministra, una de las prioridades del Gobierno es presentar un proyecto de ley que cuente con el consenso suficiente de los grupos para que pueda salir adelante. "Una ley que será la expresión en 2011 de nuestro programa de austeridad", subrayó.
El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, reunió ayer a todos sus ministros del área económica para marcar la agenda de los próximos meses.
En la rueda de prensa, Salgado citó otros retos para el nuevo curso político, como la tramitación parlamentaria de la Ley de Economía Sostenible o la elaboración de una nueva norma con la que reconducir a la jurisdicción laboral todos los asuntos relacionados con el trabajo, que en muchos casos están en la vía contencioso-administrativa.
Otra de las metas inmediatas, según recordó, es la de terminar de definir la política energética para la próxima década, y abordar medidas más inmediatas en este campo como el inicio en septiembre de las emisiones de deuda para financiar el déficit de tarifa eléctrico.
A un mes de que el Gobierno tenga que llevar los Presupuestos de 2011 a las Cortes, Salgado insistió en que estas cuentas están marcadas por la austeridad y orientadas a cumplir con el objetivo de déficit para el próximo año, si bien aseguró que dentro del recorte del gasto.
Sin embargo, señaló que habrá partidas que se reduzcan muy por debajo de la media del recorte ministerial, y en concreto citó las políticas de I+D, a las que el Gobierno quiere dar "suficiente reconocimiento" porque las considera prioritarias.
En cuanto a la posibilidad de crear una tasa bancaria como ha hecho Alemania, indicó que España atenderá a los requerimientos de la Comisión Europea y adoptará las medidas que considere más "convenientes" teniendo en cuenta que la reforma financiera en España no ha costado dinero en los Presupuestos y que el país ya cuenta con el Fondo de Garantía de Depósitos.
También se refirió al nuevo margen de 200 millones con que contará Fomento para finalizar obras que iban a paralizarse, que se suman a los 500 millones ya anunciados.
Salgado aseguró que la semana pasada ya pidió a Blanco que hiciera un catálogo que llegara hasta los 700 millones.
La ministra no quiso dar detalles sobre las partidas presupuestarias, si bien reconoció que el pago de los intereses por la deuda pública -que puede llegar al cierre de este año al 64% del PIB- aumentará respecto a este ejercicio, aunque por debajo de lo inicialmente previsto.
Precisamente, el menor pago de estos intereses es lo que va a permitir el reajuste presupuestario para recuperar obras de infraestructura.
La reforma de las pensiones estará antes de fin de año
El Gobierno confía en poder llevar al Congreso el proyecto de ley para reformar el sistema de pensiones antes de que acabe el año, aunque está a la espera de que la Comisión parlamentaria del Pacto de Toledo presente su informe con sus recomendaciones sobre la reforma.
Así lo apuntó la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, tras la reunión de la Comisión Delegada para Asuntos Económicos, que presidió el presidente José Luis Rodríguez Zapatero.
Aunque el deseo es presentar el proyecto de ley antes de que acabe el año, Salgado admitió, en una conversación posterior con los periodistas, que el Ejecutivo esperará "en todo caso" al informe de la Comisión del Pacto de Toledo, aunque se demore y acabe el ejercicio sin haber trasladado el proyecto de ley a las Cortes, pues apuntó que el Gobierno quiere conseguir el máximo consenso de los grupos políticos con esta reforma, porque es "fundamental" para la economía.
Salgado no citó la reforma de las pensiones entre las prioridades inmediatas del Ejecutivo al inicio del curso político, aunque sí admitió, a preguntas de los periodistas, que la intención del Gobierno es llevarla al Congreso antes de que acabe el año.
